El presidente Mauricio Macri buscará de aquí a fin de año un acuerdo político con los gobernadores para aprobar leyes que considera clave en el Congreso y terminar así de definir una nueva carta de presentación ante el mundo, con el máximo objetivo de atraer inversiones.
Pero el acuerdo será más amplio: estarán los jefes provinciales (“aunque sean de distintos partidos políticos”) y también “sin miedo ni resignación” los legisladores jefes de bloque, intendentes de capitales, sindicalistas, empresarios y jueces.
“En esta elección ganó el diálogo”, avisó un Macri conciliador, con mayor cintura política, envalentonado para ir por lo que tiene en carpeta. La carta a jugar es acercarse a los gobernadores para aceiterar los acuerdos en el Senado y así tener ya media batalla legislativa en el bolsillo.
Desde que subió al escenario de la victoria el domingo a la noche, Macri no ha parado de enviar mensajes a los empresarios y el mercado, dado que la lentísima marcha de las inversiones extranjeras en la economía real es uno de los temas que más le quitan el sueño.
La inversión está en torno a los 21 puntos del Producto Bruto Interno (PBI), de los cuales 17,5 son de empresas argentinas, 3 puntos los aporta el Estado y sólo medio punto es inversión extranjera directa. Esta ecuación es la que desespera a un Macri obligado a bajar el déficit fiscal para reducir la inflación y ralentizar la vertiginosa marcha del endeudamiento.
Según el Banco Central, las inversiones de no residentes registraron ingresos netos por u$s 2.049 millones en septiembre, de lo cual u$s1.978 millones quedaron en el sistema financiero. Sólo u$s71 millones fueron a parar a la producción, registrando este último el mínimo nivel desde diciembre de 2015.
El mercado le dio ayer un espaldarazo al Gobierno: hubo fiesta en la Bolsa por la “ola amarilla” y el Merval subió 3,07% mientras que las empresas argentinas volaron hasta 9% en Wall Street, lideradas por IRSA, Macro, Telecom, Supervielle e YPF.
Todos datos que muestran el “cambio de época” en la Argentina, pero en la casa Rosada quieren dólares invertidos en fierros que generen empleo privado formal.
Incluso el dólar se abarató 0,51%, en parte porque se descontracturaron las expectativas y en parte porque la oferta estuvo dinámica y las tasas de interés siguen por el cielo. Esto, claro está, plantea el problema del atraso cambiario con afectación a las exportaciones.
La elección del domingo fue una bisagra: afianzó el Poder del Gobierno para avanzar en las reformas que propone, pero en la Casa Rosada saben que con el apoyo de los gobernadores los proyectos oficiales tomarán celeridad.
Está previsto que el primer mojón de esa larga carrera sea el viernes en Olivos: Macri sentará a los gobernadores para hablarles de las reformas institucionales, impositiva, política y previsional, y los ajustes en los convenios colectivos de trabajo.
El Gobierno ha hecho muchos cambios en los 22 meses que lleva de gestión, pero el mercado le exige más. “El resultado fue clave, pero ahora hay que ir a lo grueso: bajar la presión fiscal y la inflación, dar una mayor seguridad jurídica, reducir la conflictividad social”, explican en la Casa Rosada.
El jefe de Estado quiere asegurarse la aprobación del Presupuesto 2018, que prevé una baja del déficit al 3,2% -y al 2,2% en 2019- y empezar a bajar línea con que la Argentina necesita rediscutir la Ley de Coparticipación Federal, como lo ordena la Constitución de 1994.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, había anticipado que en esta gran agenda estará también la nueva ley del Ministerio Público Fiscal y la reforma del Consejo de la Magistratura, en el marco del programa de “Justicia 2020”.
Fuentes oficiales señalaron a este diario que lo que entusiasma a Macri es la gimnasia adquirida para modificar la ley de Responsabilidad Fiscal, que establece que el gasto público corriente primario neto de Nación y provincias no superará la suba del índice de precios al consumidor del el INDEC.
Los articuladores son el ministro más político del Gabinete, Rogelio Frigerio, y la secretaria de Asuntos Municipales de la Nación, Aída Ayala. Ante la consulta, la chaqueña dijo que la reunión estaba prevista para este mismo viernes, pero advirtió que por cuestiones de agenda de los gobernadores podría pasar para la semana próxima.
Macri indicó que ha iniciado una etapa de “reformismo permanente”, en lo que se interpretó también como un mensaje a la CGT. Descartada una gran reforma laboral, el gobierno quiere avanzar con ajustes de clavijas sector por sector, como ya lo hecho en 2016 y 2017.
En la conferencia de prensa que brindó ayer en la Casa Rosada, el Presidente Macri fue claro: “Queremos generar condiciones en las que aquel que se mueve, pone esfuerzo, sienta que puede proyectarse. En ese camino hay que hacer muchísimas reformas” aseguró.