En torno a las críticas, miembros del Ejecutivo Municipal, junto a productores zonales, calificaron a la medida como “necesaria e inocua para la salud”. Una importante lucha contra una plaga que aseguran, podría causar daños de hasta el 90% las producciones de los viñateros del Departamento.
Luego de una seguidilla de críticas que se hicieron virales a través de las Redes Sociales, El Intendente Municipal Gustavo Soto, junto al Director de Desarrollo Económico, el Ingeniero Agrónomo Darío Palumbo y productores de la zona, salieron a defender el proyecto aprobado por miembros del HCD de Tupungato a favor de las fumigaciones aéreas.
“El HCD tomó la medida debido a la información otorgada por un Comité técnico de Lobesia, compuesto por instituciones públicas y privadas, a nivel provincial y nacional, que se reúnen hace un año para determinar la mejor forma de control de esta plaga, siempre cuidando el medio ambiente” afirmó el funcionario Palumbo, quien además destacó que dicho comité dio las garantías técnicas de la inocuidad del producto frente a la salud.
“Tuvimos una reunión con productores nucleados en el asunto, donde nos mostraron el 100% de conformidad con el plan ya que no solo es un beneficio para ellos, sino también para la gran comunidad que trabaja a través de la vitivinicultura” agregó.
Por su parte, el Intendente de Tupungato Gustavo Soto, destaco el origen orgánico del producto a pulverizar – Basillus thuringiensis – y aseveró que el mismo se utiliza cotidianamente en la multiplicidad de cultivos del Valle de Uco y el País. “Quiero llevar tranquilidad a la gente, hay un grupo minúsculo de personas que con otros intereses han alarmado a la población innecesariamente, pero luego cuando uno los confronta con quienes han venido trabajando en este programa durante el año, no pueden sostener uno de los argumentos que utilizan para haber generado alarma semejante” enfatizó el Mandatario.
“Quiero felicitar el Bloque Cambiemos por haber tomado la decisión en conjunto de autorizar la pulverización porque es la manera que lo hagamos de forma uniforme y rápida para combatir este flagelo que es la Polilla de la Vid” menciono y se sumó a las palabras de Palumbo en lo que respecta a los beneficiarios de la iniciativa.
“De no hacerlo, la plaga no solamente va a terminar con la uva, sino también con el vino, la industria gastronómica y la industria hotelera relacionada con el vino; además de afectar tanto el productor, como el bodeguero, al trabajador de viña, al contratista, a quienes trabajan en hoteles y restaurants, entre tantos otros” ratificó.
Asimismo, Soto señaló que se informará el día que se va a llevar a cabo la pulverización para quien desee presenciarla, informarse o hablar con quienes estén a cargo del proceso, puedan hacerlo.
Una plaga con todas las letras
Lobesia botrana es una plaga que ataca principalmente el cultivo de vid, por ello se la conoce comúnmente como “la polilla de la vid”.
Es una plaga de importancia cuarentenaria para la República Argentina que se encuentra bajo control oficial.
Produce daños directos provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta, afectando además la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación. Asimismo, favorece el ataque de diversos hongos patógenos que provocan la podredumbre del racimo. En uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos (daños indirectos). Además la uva de mesa con destino a exportación debe dar cumplimiento con tratamientos cuarentenarios internacionalmente aceptados que elevan el costo de producción
Teniendo en cuenta que Lobesia botrana es una plaga cuarentenaria bajo control oficial se pone en riesgo la competitividad del sector generando una crisis en importantes economías regionales. Provoca pérdidas en los volúmenes de producción, genera un menor rendimiento por planta, afecta la calidad de la uva tanto para consumo en fresco como para vinificación y favorece el ataque de diversos hongos patógenos que provocan la podredumbre de los racimos.
La Lobesia estuvo ausente en Sudamérica hasta que en 2008 el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile la detectó en su territorio. Por tal motivo el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró la alerta fitosanitaria en Argentina (Resolución 362/09) activando varias medidas de prevención coordinadas con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y los organismos fitosanitarios provinciales (en Mendoza, el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria, Iscamen).
Como resultado de las acciones del Senasa, en febrero de 2010 se detectaron, en trampas, ejemplares adultos de la polilla en dos predios próximos a Maipú, por lo que se declaró el estado de emergencia fitosanitaria (Resolución Senasa 122/2010) y se implementó el Programa Nacional de Prevención y Erradicación de la Lobesia botrana (Resolución Senasa 729/2010).
Científicos en la temática aseguran que Actualmente los métodos de confusión sexual utilizados resultan insuficientes debido a que el insecto no reconoce los límites de las propiedades. Por tanto, explican que la polilla anida y se reproduce tanto en las fincas de los productores que las combaten, como en las viñas de quienes son indolentes, incluso en terrenos abandonados.
Gustavo Marón, Abogado de la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FEARCA) realzó en este contexto, que, reconociendo la insuficiencia del método de confusión sexual, y para evitar que la plaga terminara de liquidar a la producción vitícola argentina, el Ministerio de Agricultura de la Nación autorizó la aplicación aérea de dos productos fitosanitarios.
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