Cientos de jinetes del Departamento participaron de la tradicional celebración que como cada año abrió los festejos en conmemoración de un nuevo cumpleaños de Tupungato.
Un golpeteo de herraduras contra el asfalto, relinchos y gritos cuyanos despertaron al pueblo tupungatino desde muy temprano, ayer por las calles del Departamento. Risas y charlas entre la camaradería de gauchos valletanos colmaron la tradicional armonía dominguera de la querida Capital de la Nuez.
Cientos de jinetes cruzaron las calles del centro Departamental, desde primeras horas del domingo, hasta llegar a los pies del monumento al Cristo Rey del Valle. Una gran jornada acompañada de tonadas, danzas, y el característico aroma a asado que, como en cada edición, colma cada rincón de los cerrillos de Tupungato.
Una emotiva y tradicional manera de comenzar los festejos por un nuevo aniversario de Departamento. 159 Años de historia, que se cumplirán el próximo 8 de noviembre.
“Estamos muy felices de poder participar de la 5ta edición de esta cabalgata, como cada año, esperamos este día para compartir un lindo momento con nuestros amigos y familia” mencionó uno de los gauchos al pasar junto a sus hijos al galope del ritmo de la caravana.
Una iniciativa clave en los festejos anuales en conmemoración a la creación del querido Departamento valletano, renovó las ansias por demostrar una pasión gauchesca, que el Valle de Uco guarda en sus raíces más antiguas.
Decenas de centros tradicionalistas, sumados a gauchos que se suman en forma individual, participaron ayer de la propuesta, la cual nació en el año 2012, cuando doce jinetes, miembros de la Agrupación “Los Amigos” se decidieron en emprender una procesión la cual se convertiría en un emblema del Departamento.
Una larga procesión por una esperada bendición
A partir de las 8hs, decenas de jinetes comenzaron a arribar a la Plaza principal del Departamento. Una larga marcha se emprendió desde muy temprano, encabezada por el Intendente Municipal Gustavo Soto quien dio la bienvenida e inició a la esperada marcha.
Mates improvisados, campamentos a vera de la ruta, extensas charlas, risas, y botas cargadas de agua fresca se hicieron notar en el largo desfile de relinchos y galopes que atravesaron el corazón de Tupungato.
Una gran jornada que desembocó en los pies del Cristo Rey del Valle de Tupungato, donde los cansados jinetes eran esperados por el Cura Párroco quien bendijo a cada uno de ellos y a sus nobles compañeros.
Al bajar, decenas de familias se enmarcaban en el humo de asados, mates y recitados, esperando con ansias la llegada de sus seres queridos. Una tarde sin complicaciones, y un sol resplandeciente que alumbró hasta ultimas horas, coronaron un gran domingo para los tupungatinos.
Comentarios
comentarios
Leave a Comment