A través del programa Pro Huerta del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), alumnos de Tupungato visitaron una plantación orgánica y conocieron todos sus beneficios.
Alumnos de la Escuela Vicente Gil y el Post Primario de la Escuela Especial de Formación Integral Laura Nadal de Portillo visitaron durante la mañana de ayer una Pro Huerta en el distrito San José. Junto a docentes, los estudiantes recibieron capacitaciones y charlas referidas al amplio mundo de la agricultura orgánica.
Tras una breve introducción sobre las características del Pro Huerta, sus objetivos principales, formas de trabajo, estrategias y área donde realiza sus actividades, los estudiantes en marco de los proyectos anuales que realizan, recorrieron las plantaciones de una huerta del Distrito San José, propiedad de una mujer miembro del programa y vecina de la comunidad.
Decenas de jardineritos visitaron cada una de las plantaciones, recibiendo importante información acerca del cultivo, el cuidado y sus beneficios. Asimismo, personal del INTA brindó capacitaciones y charlas informativas con respecto a la temática y además a la apicultura.
El programa Pro Huerta
Es un programa de políticas públicas que promueve las prácticas productivas agroecológicas para el autoabastecimiento, la educación alimentaria, la promoción de ferias y mercados alternativos con una mirada inclusiva de las familias productoras.
Es una política pública, implementada por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación a través del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, que permite realizar un abordaje integral de las diferentes realidades que plantea nuestro vasto territorio argentino.
Este abordaje territorial e integral llega a las familias productoras a través de la promoción de la producción agroecológica, tanto para el autoabastecimiento, la educación alimentaria, la comercialización en ferias y mercados alternativos y el rescate de especies, saberes y costumbres populares, con una mirada inclusiva que valora y potencia la diversidad.
Esta práctica productiva promueve el uso de técnicas amigables con el medio ambiente, el aprovechamiento de recursos locales y el uso de tecnologías apropiadas que mejoran el hábitat y la calidad de vida de las familias productoras y todo su entorno y toda su comunidad.
Una práctica que se vive en las Escuelas
En este contexto, Docentes de la Escuela Vicente Gil, explicaron que dichas prácticas se suman a las cotidianas en la institución dentro del programa educativo “Huerta Saludable”, una iniciativa que data de varios años y tiene como objetivo principal insertar a los estudiantes en el mundo de la agricultura “Ellos mismos cultivan y en cada cosecha se llevan los alimentos a sus hogares” explicaban las docentes.
“Huerta Saludable es un programa que en conjunto con el INTA, y en sus comienzos con Irrigación, trabaja en la capacitación de los niños desde temprana edad en la siembra de alimentos, el cuidado y sus beneficios. Es un trabajo hermoso que podemos realizar con la colaboración de las docentes Nancy Ruiz, Cintia Bengolea, Adriana Gil y Norma Godoy” comentó la Coordinadora del proyecto en la Institución, Docente Martha Olguin.
“Este año muchos de los alumnos se llevaron las semillas y traían como experiencia a la escuela el crecimiento de las plantas” afirmó Cintia Bengolea, Docente y miembro del Proyecto. “Es una gran práctica donde no solo aprenden a cultivar sino también el valor de compartir, de tener experiencias directas con algo tan importante y característico de la zona en la que viven, y además conocer este tipo de actividades que además de saludables proporcionan un método de subsistencia y alimentación” agregó.
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