La visita del Sumo Pontífice a Chile ha generado distintas reacciones en los habitantes de ese país.
Lejos de alegrar y conmover a los chilenos, la llegada del papa Francisco a su país pareciera pasar desapercibida para gran parte de la población, mientras que a otro tanto le genera gran enojo y hasta ha motivado violentas manifestaciones tanto en iglesias como en la Nunciatura, sitio donde se hospedará Jorge Bergoglio.
Es que la difusión de distintos casos de abuso sexual contra menores de edad por parte de sacerdotes ha generado una reacción en contra de la Iglesia Católica en general. De hecho, según un estudio publicado por el diario trasandino La Tercera, Chile es el país de América Latina que peor evalúa al Papa, cabeza de la institución.
En el informe de la ONG Latinobarómetro “El Papa Francisco y la Religión en Chile y América Latina 1995-2017”, los consultados chilenos le otorgaron al Sumo Pontífice una nota de 5,3 puntos en una escala de 0 a 10. Mientras que en promedio la región lo evalúa con un 6,8 y en Argentina obtuvo un 6,6.
Consultados por Los Andes, chilenos tanto en Viña del Mar como en Santiago hicieron hincapié en el gasto que generará la visita y en que esos días se parará “innecesariamente” el país. Sólo una pequeña porción de los testimonios se mostraron interesados en presenciar algunas de las misas o seguir el recorrido del papamóvil.
“A mí verdaderamente me da lo mismo. Yo creo en Dios a mi manera pero no me gusta estar siguiendo las reglas de un grupo de personas que después hacen todo lo contrario”, expuso Alejandro, empleado de un quiosco de Viña del Mar.
En el mismo sentido se manifestó Clarisa, voluntaria de una parroquia en esa misma ciudad. “No me interesa ir a verlo y veo que en la televisión no le dan mucha bolilla tampoco. Para mí más importante es decir que hacer, por eso cocino para los chicos que tienen hambre en las calles”, señaló. De hecho ella, se enteró recién la semana pasada de la visita.
A Estefanía además de indiferencia la visita le genera enojo, por la gran cantidad de dinero que se invertirá en su concreción. “Si bien dicen que la Iglesia va a poner todo el dinero, gran mayoría es parte del Estado, cuando hay muchísimas necesidades en otros lados”, aseguró desde un local de ropa ubicado en un shopping de Santiago.
De igual forma opinó Carlos, desde un quiosco de la terminal de la capital. “En Chile faltan cosas básicas en salud y educación. Muchas personas ganan la mínima, no era necesario hacer tanto alboroto por una persona que representa a quienes encubren los abusos”, remarcó
Otra queja frecuente tiene que ver con que el martes 16 será feriado en toda la región Metropolitana de Chile, por lo que se suspenderá la actividad comercial, gubernamental y mermará en los hospitales.
Al respecto dio su mirada Paola, vendedora de imágenes religiosas en Reñaca. “Imaginate cuántas personas estaban en Santiago esperando operarse y se las suspendieron por la visita. Hay gente que realmente necesita operarse por problemas graves y tiene que quedar de vuelta en la lista de espera. Para mí la visita del Papa no tiene nada de extraordinario”, fueron sus palabras.
En la vereda opuesta Rosa y Francisco, oriundos de Villa Alemana, organizaron sus vacaciones para ir primero a Viña de paseo y luego a Santiago a ver a Francisco. “A nosotros nos gusta mucho que venga, nos emociona su presencia, por eso lo vamos a ir a ver”, relató la pareja. De hecho ellos celebran que sea feriado para que todos aquellos que quieren participar del evento puedan hacerlo sin tener que faltar a sus obligaciones laborales.
Ataques y toma de la Nunciatura
Más extrema ha sido la manifestación en contra de la visita del papa Francisco a Chile por parte de ciertos grupos que intentaron incendiar seis iglesias en Santiago y en los alrededores.
El primer registro fue el viernes a la madrugada en la parroquia de Santa Isabel de Hungría, en pleno centro de la ciudad. Allí un grupo de sujetos rociaron combustibles y prendieron fuego la puerta de la iglesia, incendio que pudo ser controlado por los bomberos locales.
Horas más tarde se sucedieron ataques similares a la capilla de Emannuel en Recoleta, a 10 kilómetros al norte de Santiago, y en la capilla del Cristo Vencedor en Peñalolén, 11 kilómetros al este.
Además de otros dos intentos fallidos, ayer a la madrugada se produjo un nuevo ataque en la iglesia de San Agustín, en Melipilla, situada 70 kilómetros al este de la capital, donde pintaron la frase “La única iglesia que ilumina es la que arde”.
En la mayoría de los casos se encontraron folletos con consignas a favor del pueblo mapuche y con amenazas de bombas dirigidas al Papa que hicieron que se extremaran las medidas de seguridad.
El mismo viernes miembros de la Asociación Nacional de Deudores Habitacionales de Chile (Andha) tomaron la Nunciatura en Santiago de Chile, lugar donde se hospedará el Papa, para manifestarse en contra del gasto que supone la visita de Francisco. En el lugar intervino el cuerpo de Carabineros, cuyos agentes lograron desocupar el lugar.
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