La retracción en 2017 fue del 1,1% en nuestra provincia. Al alza en los costos se sumó la baja actividad que registraron varios sectores.
La demanda eléctrica por parte de empresas mendocinas bajó 1,1% en 2017. Generalmente se considera a ese resultado como un indicador del nivel de actividad económica, pero los especialistas advierten que en esta oportunidad, también fue determinante la retracción del consumo por el aumento de las tarifas.
Según un informe presentado por el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE), en 2016 el sector empresario de la provincia consumió 2.499.024 MWh(megawatts-hora), mientras que en 2017 demandó un total 2.471.642 MWh. La diferencia fue de 27.382 MWh, es decir, 1,1% negativo.
Sector por sector
La retracción general de la demanda eléctrica empresaria de Mendoza fue impulsada por lo ocurrido en el sector petrolero. De acuerdo al informe del EPRE, el consumo eléctrico para la extracción de crudo cayó 7,7% el año pasado. No es un dato menor, teniendo en cuenta que sólo esa actividad demanda el 30,8% de la electricidad que consumen todas las empresas de la provincia.
Otro rubro que mostró una fuerte caída fue la “venta al por menor en hipermercados”, que demandó 6,4% menos de energía que el año pasado, aunque su participación sobre el total electricidad consumida es mucho menor que el del sector petrolero (3%).
El consumo eléctrico para la extracción de crudo cayó 7,7% el año pasado.
Las estaciones de servicio también disminuyeron la demanda de electricidad. Las estadísticas muestran una caída del 11,3% en el rubro de “venta al por menor de combustible para vehículos”. Sin embargo, la retracción de ese sector no es tan relevante para la demanda global del sector empresario de Mendoza, porque sólo representa el 1,4% del total.
La caída del consumo eléctrico se vio también en fabricación de muebles y partes de madera (-5,9%), fabricación de productos plásticos (-4,6%), elaboración de soda y agua (-1,1%), conservas de frutas, hortalizas y legumbres (-0,9%), prestación de servicios de telefonía móvil (-0,4%), venta al por menor de supermercados (-0,2%) y servicios personales (-0,1%).
Otros sectores, por el contrario, incrementaron su demanda eléctrica en 2017. El rubro que más aumentó fue el de industrias básicas de hierro y acero, que logró un repunte del 64,9% y alcanzó una participación del total de energía consumida por empresas del 4,2%. También subió el consumo eléctrico de los elaboradores de cultivo de uva para vinificar (7,5%), la fundición de hierro y acero (6,9%), la elaboración de cemento (6,5%), los servicios de administración pública (3,1%), la captación, depuración y distribución de agua (2,8%), la elaboración de vino (1,5%), la refinación de petróleo (1,4%), la fabricación de envases de vidrio (0,8%) y los hoteles (0,8%).
Actividad y ahorro
Como lo muestran las estadísticas del EPRE, los resultados de demanda eléctrica fueron muy dispares entre los diferentes sectores y eso, según el economista Pablo Salvador, es reflejo del crecimiento desparejo que ha tenido Mendoza en el último año.
“La demanda eléctrica es un indicador del nivel de actividad económica de la provincia. Por eso, se puede ver aumento del consumo de electricidad en sectores que mostraron recuperación el año pasado, como la construcción y algunos sectores industriales. Lo mismo ocurrió con el comercio y el turismo, que comenzaron a repuntar en los últimos meses del año”, comentó.
“Sin embargo, los resultados de demanda eléctrica no coinciden con el crecimiento del Producto Bruto Geográfico (PBG) de la provincia, que aún no se publica, pero es sabido que rondará el 3% positivo. Eso se debe a la tendencia al ahorro generada por el aumento de las tarifas y a la situación extraordinaria del sector de exportación de crudo, que cayó como consecuencia de la falta de inversiones en año anteriores”, agregó.
La industria de hierro y acero repuntó 64,9% y alcanzó una participación del 4,2% sobre el total.
Coincidió con ese análisis Daniel Garro, economista y director de la consultora Value International Group. “El resultado de la demanda eléctrica se desvirtúa por la caída en los niveles de extracción de crudo, que son consecuencia directa de la falta de inversiones de los últimos años”, indicó.
También fue similar su consideración respecto al ahorro energético. “Sin duda hay varios sectores que disminuyeron su consumo para intentar bajar sus costos. Eso influyó en los resultados finales”, apuntó.
Se mostró de acuerdo José Vargas, economista y titular de la consultora Evaluecon. “Las empresas e industrias revisaron sus niveles de consumo de energía eléctrica de forma mucho más intensa incluso que los hogares. Esa es la causa por la cual se ven variaciones en la demanda que no coinciden con el crecimiento económico de determinados sectores, como los servicios de telefonía móvil”, comentó.