Dos informes periodísticos dan cuenta de la baja de los precios de productos tecnológicos en Argentina que revierten la situación.
En el último año los precios para comprar tabletas, computadoras de escritorio y portátiles se redujeron tanto en Argentina que para sus ciudadanos ya no es un negocio rentable cruzar la cordillera de los Andes y adquirir esta clase de productos en Chile, informó ayer Ámbito Financiero y hoy lo hace el diario Clarín.
Los viajes masivos de mendocinos a territorio trasandino por la diferencia de costos a la hora de comprar tecnología, electrodomésticos y ropa, entre otros artículos fabricados en diversos países son comunes y dejan bajo protesta al comercio local. Sin embargo, desde que el Gobierno de Mauricio Macri determinó reducir el 35% del arancel para importar computadoras terminadas -la medida se implementó el 1 de abril del 2017-, la situación se revirtió, al menos en este segmento.
Cuando el Ejecutivo anunció estos cambios en materia económica surgieron críticas del sector productivo local y la oposición política por considerar que se perjudicaría a la industria nacional frente a la apertura de marcas extranjeras. La mayor preocupación giraba en torno a las posibles pérdidas de fuentes laborales.
A pesar de ello, el medio ya citado destaca que también se achicó en un 12% la importación de componentes para las empresas productoras. Asimismo, subraya que mientras la inflación promedio en Argentina suele superar el 20%, en el último período ocurrió todo lo contrario con las computadoras: su valor bajó un 25% en 12 meses.
Comparaciones
El diario Clarín hizo una comparación de precios. Tras la quita de los aranceles a la importación de computadoras, notebooks HP de $ 30.000 se ven en Chile a $ 29.800. Una “gamer” de esa marca vale acá $ 37.000, contra los $ 36.850 trasandinos. Y hasta hay modelos en Buenos Aires a $ 34.200 que en Chile se venden a $ 40.200 y que al pasar por la Aduana -donde se aplica un impuesto del 50% sobre el excedente de US$ 300, viajando en avión- queda en $ 57.300 (67% más).
Similar, un modelo de Lenovo cuesta $ 19.000 acá, contra $ 20.100 de Chile. Macbooks que valen $ 52.000 en tiendas porteñas están en Santiago a $ 50.200, que se hacen $ 72.300 al cruzar la frontera. Y algo parecido se halló con las tabletas. En una iPad de 12,9 pulgadas, por ejemplo, el precio argentino ($ 28.000) mejora el chileno ($ 29.150).
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