La diferencia táctica y de juego que le marcó España al intento de estrategia que pretendió exponer Sampaoli, se resumió en un 6-1 que encaja dentro de las peores derrotas de la historia del equipo nacional.
A 79 días del Mundial de Rusia, la Argentina, que hace cuatro años se enseña tambaleante en el juego, con movimientos de técnicos, recibió un baño de realidad frente a España, en Madrid. Sin Messi -un atenuante-, pero sin conceptos ni respuestas anímicas, una endeblez defensiva y un mediocampo sin corte ni contención, un conjunto que impide animarse a soñar con levantar el trofeo.
La peor derrota de la Argentina en la historia de los Mundiales fue frente a Checoslovaquia, en Suecia 1958. Después de 24 años de ausencia, la selección retornaba a la Copa del Mundo, con la confianza que imponía ser campeones del Sudamericano de Lima, Perú, un año antes. Con figuras de la jerarquía de Amadeo Carrizo, Ángel Labruna, Oreste Corbatta, José Ramos Delgado y José Sanfilippo, entre otros, la ilusión por repetir la experiencia de Uruguay 1930, cuando fue finalista, era la meta criolla. Sin embargo, la derrota 3-1 con Alemania fue un presagio de lo que más tarde se caratuló como papelón, cuando Checoslovaquia, en el estadio Olypiastadion, de la ciudad de Helsingborg, apabulló a la Argentina.
El virtuosismo de Holanda en 1974
El juego de posición, triangulaciones, toques y combinaciones en espacio reducido o con el campo abierto. Los recursos futbolísticos de Holanda en la Copa del Mundo de Alemania, en 1974, eran infinitos y la Argentina sufrió esa interpretación magistral que desplegaba el conjunto que conducía Rinus Michels; Johan Cruyff, en dos oportunidades, Ruud Krol y Jhonny Rep, los autores de los goles para el categórico 4-0, en Gelselkirchen, por la primera jornada de la Segunda etapa. Además de la copiosa lluvia de aquel 26 de junio, los festejos de la Naranja Mecánica castigaron con fiereza a la formación que dirigía Vladislao Cap.
Colombia se paseó en el Monumental
La ausencia de Diego Maradona en el camino al Mundial de los Estados Unidos se hizo gigantesca cuando el 5 de septiembre de 1993, en la última fecha de las eliminatorias, la selección fue vapuleada por Colombia, que en el Monumental se impuso 5-0. Fue la primera derrota de la Argentina en las eliminatorias actuando como local y la abultada derrota estuvo a punto de dejarla sin posibilidades de acceder al repechaje, ante Australia, serie que le posibilitó participar en USA 94. Alfio Basile era el conductor táctico, aunque la superioridad colombiana fue escandalosa, con actuaciones superlativas de Valderrama, Rincón, Asprilla, Adolfo Valencia, Leonel Álvarez.
La altura mareó a Maradona
Fue un cachetazo sonoro, con los 3650 metros de altura como escudo. La imagen deshilachada que dejó el ciclo Maradona en la selección tuvo su primer golpe frente a Bolivia, en La Paz. Joaquín Botero, autor de tres goles, lideró el histórico festejo boliviano, que se despachó con un 6-1 en un juego correspondiente a las eliminatorias, para el Mundial de Sudáfrica 2010.La transitoria igualdad que marcó Lucho González no alcanzó para esperanzarse con una reacción. Los errores defensivos, más allá del desgaste y agotamiento físico que impone jugar en La Paz, desnudaron a una formación en la que la actuación del arquero Juan Pablo Carrizo evitó que la lluvia de goles fuera mayor.
Alemania la desnudó en Sudáfrica
Ciudad del Cabo fue el escenario de la despedida de la Argentina de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, Alemania el rival que humilló con un 4-0 a la selección. Con Maradona en el banco de suplentes y Messi en el campo, el orden y la capitalización rápida de las oportunidades que enseñó la Mannchaft resultó una diferencia abismal. Un partido sin equivalencias, donde la Argentina empezó a perder desde la estrategia, con un entrenador que intuyó que jugando como ante México, a quien superó en los 8avos de final, podía avanzar. La ignorancia de conceptos de la defensa a lo largo del certamen se hizo gigante ante la potencia europea y el tanto de Thomas Müller abrió la grieta que se hizo profunda cuando la Argentina se adelantó y dejó espacios para las estocadas de Klose y Friedrich.