Si el tipo de cambio se mantiene alto, aumentarán combustibles y alimentos. Empresas que venden productos al exterior se verían beneficiados
La fuerte suba del dólar podría tener consecuencias directas sobre la economía de Mendoza. Según los especialistas, el mejoramiento del tipo de cambio permitiría una recuperación de la competitividad del sector exportador, pero por otro lado, provocaría inevitablemente una aceleración de la inflación.
Para el economista Carlos Rodríguez, esta última debería ser la mayor preocupación para el Gobierno local. “El alza continua del dólar seguramente en algún momento va a empezar a trasladarse a precios. Si eso ocurre, los primeros en verse afectados serán los sectores de menores ingresos, porque son los que menos herramientas tienen para luchar contra la pérdida del poder adquisitivo”, explicó.
Acordó Sebastián Laza, economista asesor del Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía de Mendoza. “El primer impacto fuerte se vería sobre el valor de los combustibles, que hoy se ajusta en función del crudo y del dólar. Luego podría haber algún traslado a alimentos”, reconoció.
De todas formas, los economistas aclararon que para que efectivamente haya un traslado a precios, la cotización actual del dólar (se vende a $ 23,30 en Banco Nación) debería sostenerse e incluso aumentar en las próximas semanas. Si por el contrario, el precio retrocede rápidamente, la aceleración de la inflación podría no ocurrir.
“Hay que esperar a ver si esta cotización se mantiene o si baja. Desde mi punto de vista, es una situación atípica que tenderá a acomodarse. Con los niveles de tasa de interés que tenemos hoy y la venta del dólar que está haciendo el BCRA, el tipo de cambio debería volver a bajar”, señaló Laza.
Duda sobre exportaciones
En un principio, la lógica indica que la suba del dólar resulta beneficiosa para el sector exportador, porque los empresarios reciben más pesos por cada dólar exportado y así mejoran su rentabilidad. Sin embargo, la experiencia que dejaron las últimas devaluaciones fuertes ocurridas en el país, indica que el aumento del tipo de cambio podría no ser tan conveniente.
Así lo entiende Rodríguez, quien advirtió que “la recomposición del tipo de cambio ayuda a los que exportan, pero a la vez incrementa sus costos internos”.
Coincidió con esa lectura Mario Bustos Carra, de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, tras recordar lo ocurrido luego de las devaluaciones de enero de 2014 y diciembre de 2015. “El mejoramiento del tipo de cambio favorece a las exportaciones, pero como la suba fue tan abrupta, tenemos miedo de que se traslade a precios, como pasó en los últimos años. Eso podría llevar a que se pierdan rápidamente los beneficios de competitividad”, lamentó.
La misma preocupación demostró Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, aunque consideró que el salto del tipo de cambio registrado no es tan alarmante. “En la medida en la que el dólar suba lentamente, con un crecimiento sostenido y regulado, no deberían producirse sobresaltos ni modificaciones importantes en los precios. El problema surge cuando hay incrementos grandes, como el que hubo cuando pasamos de tener un dólar de $ 4 a uno de $ 9. En esos casos sí hemos tenido aumentos inmediatos de nuestros principales insumos”, comentó.
Se mostró más optimista Laza, que consideró poco probable que los exportadores pierdan toda la competitividad ganada con la suba del dólar.
Además, remarcó que “también se verá beneficiada la industria nacional que compite con las importaciones y se verá fomentada la visita de turistas extranjeros”.
La deuda provincial superó los 35 mil millones
El endeudamiento provincial creció a un ritmo promedio de 26 millones de pesos por día durante el primer trimestre de este año. Los 33.067 millones que la Provincia debía al 31 de diciembre de 2017 se convirtieron en 35.410 millones el 31 de marzo de este año. Se trata de 2.343 millones de pesos más en 90 días corridos. Esto significa un 7% más de deuda en un trimestre y se explica por la suba del dólar un 13% en ese periodo; de 18,77 a 20,14. También por el alza de los intereses en el pago de la deuda tomada en pesos a tasas variables. Así lo confirman los números oficiales del Gobierno provincial.
Por ser previas, las cifras no incluyen ni la fuerte suba de la divisa norteamericana ni la de las tasas de interés durante abril y esta semana de mayo, que llevaron ayer al dólar a 23,30 y a la tasa Badlar en pesos a 22,81 por ciento, contra un 21 por ciento en marzo.
El 44% de la deuda mendocina (15.460 millones) está en dólares y crece al ritmo de la moneda norteamericana. Y del 56% restante en pesos (19.355 millones) unos 14 mil millones pagan tasas variables.
De los 46 compromisos que afronta la Provincia en pesos y en dólares, 31 se ajustan por tasa variable nacional (Badlar) o internacional (Libor) más puntos adicionales.
Con un dólar a 23,30 (el cierre de ayer) la deuda local puede estimarse hoy en 39 mil millones de pesos, aunque este número para consolidarse depende de la próxima fluctuación de la moneda norteamericana al alza o a la baja.
Durante este mes estaban previstos dos pagos de deuda para el 19 y el 20 de mayo. El escenario de alza del dólar hizo que el gobierno provincial anticipara la remisión de los 25 millones de dólares del Bono Mendoza 24 ya que la cotización a la fecha de pago (el próximo sábado 19) puede ser previsiblemente mayor y un pago en fecha resultaría más costoso.
En tanto, el segundo bono que vence este mes es el de Proveedores Dos y su pago (320 millones) será en pesos por lo que la cancelación se producirá en las próximas dos semanas.
En el informe de la deuda provincial aparece un nuevo bono por 11,5 millones de dólares colocado en marzo pasado y destinado a la construcción de infraestructura penitenciaria. Paga la misma tasa en dólares (8,38% anual) del Bono Mendoza 24 que la Provincia colocó en 2016 por 500 millones de dólares. Por entonces también se gestionó en forma conjunta la futura colocación del Bono Cárcel 2014 por un total de 90 millones de dólares.