En la Plaza Independencia se concentraron unas 40 mil personas que plantearon su rechazo a la práctica médica.
Con el objetivo de manifestar su rechazo a la legalización de la interrupción del embarazo en todos los casos en que una mujer así lo requiera, miles de personas se unieron ayer por la tarde en diferentes zonas de la provincia, en el marco de una nueva “Marcha por la Vida”, tal como la denominan sus organizadores a nivel nacional.
Con banderas argentinas y carteles con inscripciones en rechazo al aborto no punible – uno de los temas que se debaten en el Congreso y en todo el país- los representantes de la agrupación que lleva adelante este tercer pedido multitudinario a las autoridades, estiman que al menos 100 mil personas se sumaron a la marcha.
Por la tarde, en la esquina de Garibaldi y San Martín, familias e integrantes de agrupaciones religiosas se aglutinaron para marchar por la Peatonal y concentrarse en la Plaza Independencia. Una vez allí, al menos 40 mil mendocinos concurrieron con la idea de decir “no al aborto”.
Según estimaron desde la organización, las marchas en el Valle de Uco, el Sur y el Este provincial -que se desarrollaron de manera simultánea- sumaron al menos60 mil personas más.
Entre la multitud que por la tarde colmó la plaza más importante de la Ciudad, se pudo ver carteles con leyendas en las que se rechaza de plano esta polémica práctica médica. “No al aborto, sí a la vida”, “Toda vida vale”, fueron algunas de las frases que una vez más buscaron transmitir a la sociedad quienes se muestran en contra de la despenalización del aborto.
“Estamos cuestionando las políticas que se quieren aplicar en contra de la vida y la familia. Queremos que se haga un acompañamiento a las mujeres que están en esta situación porque en realidad el aborto es una práctica que no le hace bien a ninguna mujer. Es un asesinato que además destroza a la mamá”, sentenció Hilda Correas (53), una de las mendocinas que integró la muchedumbre reunida frente al escenario sobre el que se realizó un acto en el que hubo reflexiones tendientes a impedir que los proyectos existentes en el Congreso a favor de la despenalización cuenten con el apoyo de la sociedad.
“Somos la voz de los niños que no tienen voz”, se escuchó una voz femenina que resonó desde el escenario. Desde la agrupación “Latidos del Corazón”, llamaron a participar a niños pequeños para que respondieran a la pregunta: “¿Qué se escucha ahora?”, a lo que los niños fueron respondiendo: “Es el latido del corazón de un bebé”.
Luego vinieron las palabras de médicos que en diferentes oportunidades se han mostrado en contra de la despenalización del aborto. El doctor Abel Albino, fundador de Conin -entidad destinada a abordar los casos de desnutrición infantil- se refirió a la urgencia de lograr que las familias más pobres cuenten con el apoyo y las oportunidades necesarias para poder afrontar situaciones extremas.
“Todos debemos estar lo más unidos posibles para colaborar desde todas las áreas con ésa mamá, ésa familia y ése bebé cuya vida está en juego”, reflexionó Albino.
Antes de que se escuchara el Himno Nacional Argentino, las integrantes del grupo “UPA”, de la Parroquia Santiago Apóstol y San Nicolás -dedicado a trabajar con personas en situación de calle”, se refirieron a la temática. “Estamos a favor de la vida; no creemos en el aborto legal porque no es la solución. A las personas hay que darles más posibilidades. Ninguna mujer desea pasar por algo tan doloroso como un aborto”, opinó Nélida Hinojosa (49), mientras sostenía un cartel con la frase “defendamos las dos vidas”.
Mientras sostenía su bebé de cuatro meses, Alicia Ricarte (25), comentó que en su caso no integra ningún grupo religioso. “Simplemente soy una mamá que no cree que interrumpir un embarazo sea la solución a problemáticas más profundas, como el maltrato, las violaciones y la falta de acceso a métodos anticonceptivos”, destacó la joven.
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