Las En RED Dando se llama este grupo de personas que desde hace cinco años ayudan a la comunidad de Tupungato
En Tupungato hay una asociación que lleva cinco años trabajando en la zona para ayudar a la comunidad, estableciendo redes para contemplar las necesidades, tanto de niños como de adultos y ancianos en diferentes condiciones sociales.
En RED Dando es su nombre y su presidenta, Rosana Battistoni, explicó que “se trata de trata de tejer redes entre los problemas principalmente de niños, niñas y adolescentes del departamento, y sus soluciones. Actuamos un poco de intermediarios para que la gente pueda resolver aquellos derechos vulnerados”.
Hace cinco años, en el 2013, a Rosana le tocó enfrentar una situación que cambiaría su vida. Una alumnita suya, de cuatro años, falleció a causa de cáncer en los huesos que si bien fue tratado no fue detectado a tiempo. Ella visitaba a la pequeña una vez por semana en el hospital Notti, para leerle cuentos, cantarle, y acompañarla en ese momento tan duro. “Entrar en esa sala de oncología cambió mi mirada de las cosas, me cambió la vida”, afirmó Rosi.
En ese momento comenzaron a organizarse con unas amigas para ayudar a los niños de Tupungato “porque veíamos que había muchos problemas, y que las soluciones estaban pero que no se encontraban entre sí el problema y la solución. Por eso la idea de hacer redes en temas relacionados a los derechos vulnerados en los niños, niñas y adolescentes”, comentó Battistoni.
Así surgió En RED Dando, asociación civil que ha ido tomando diferentes formas a lo largo del tiempo, pero siempre con el objetivo de estar formalmente constituida y tener su personería jurídica, y trabajar para atender las diversas necesidades que van surgiendo en el departamento. Siempre trabajan articulados con todo el sistema de protección de derechos de los niños y adolescentes.
“Fuimos un poco el motorcito para que todas aquellas instituciones que trabajamos con niñez en Tupungato (centros infantojuveniles, escuelas, clubes de barrio, academias, clubes de fútbol, academias municipales, el área de niñez, de género, de cultura y deportes de la municipalidad ) y con problemáticas complejas, lo hagamos tirando para el mismo lado. Porque si cada uno hace bien su parte, todo funciona y podemos lograr mejores cosas”, dijo Rosi.
Desde hace un año la asociación funciona en un garaje que les han prestado, allí se organizan para brindar contención, asesoramiento, armar los talleres y reunir las donaciones. “Tupungato confía mucho en lo que hacemos y como lo hacemos, por eso siempre damos cosas, repartimos y siguen llegando donaciones”, dijo la presidenta de la asociación.
Actualmente están ayudando a tres merenderos del departamento con donaciones de ropa, calzado y alimentos no perecederos. También trabajan con los jardines maternales, y tienen cuatro puntos de distribución de ropa en distintos distritos de Tupungato. Además realizan talleres de autoestima y de oficios, destinados a las mujeres del lugar; porque muchas de ellas están solas con sus hijos y buscan darles herramientas para que puedan desenvolverse mejor. Asimismo, están por empezar junto al área de cultura un concurso para los adolescentes.
Las Enredadas, como se autodenominan quienes forman parte de esta asociación, aseguran y han comprobado que trabajar en lo social te modifica. “Porque una vez que ayudaste y lograste tu objetivo te dan ganas de seguir haciéndolo. Y de a poco ves que eso se contagia, que hay mucha gente que quiere ayudar y así uno va logrando cada vez más cosas, va viendo que podés llegar a metas más grandes. Sea lo que sea que necesite un niño se puede lograr si nos unimos, si no importan los colores políticos o religiosos, si no importa dónde estemos o el lugar que ocupemos, si tenemos en claro que pretendemos lo mejor para nuestros niños y trabajamos entre todos se puede lograr. Solos jamás”, concluyó Rosana Battistoni.
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