a audiencia que definirá si Leonardo Hisa continúa en la cárcel o si sigue el proceso penal en su casa se realizará este lunes, después del mediodía, luego de que la semana pasada el imputado por el asesinato de
Norma Carleti, no se presentara. También se conocerá cuál será la suerte de los tres hermanos Guerrero. Todos tienen la prisión preventiva firme, pero sus abogados apelaron y reclamaron su libertad aduciendo falta de pruebas.
La audiencia de apelación había sido dispuesta por la Justicia para el miércoles pasado, pero por la ausencia de Hisa se pidió un cuarto intermedio hasta mañana.
El abogado del ex político radical Daniel Sosa Arditi reclamó el miércoles que se deje sin efecto la detención de Hisa en la Penitenciaría Provincial y que, en cambio, se disponga su detención domiciliaria.
Alegó una serie de motivos que pueden sintetizarse así: no hay riesgo procesal, es decir, que Hisa no pondrá en riesgo la investigación (“pudo haberse ido, pero prefirió quedarse para que la Justicia llegue a la verdad”). La prisión preventiva fue dispuesta por el juez de Garantías Oscar Balmes “aunque no fue pedida por el Ministerio Público Fiscal y a pesar de que su superior, Javier Pascua, consideró que la domiciliaria estaba ajustada a derecho” y la querella, dijo en alusión a los abogados de Carleti, “carece de efecto promotor de la investigación”, es decir, que “no debió remplazar al fiscal al momento de pedir la preventiva”.
Lo cierto también es que Hisa tiene graves problemas de salud desde que quedó detenido, hace tres meses. El hombre lleva perdidos unos 14 kilos y sufre una fuerte depresión, lo que podría ser la causa de su bajo peso y el consecuente deterioro de su salud.
El defensor de Hisa dijo que “no hay pruebas directas” contra su defendido. Entonces atacó seriamente todos y cada uno de los indicios en los que se basó la fiscalía para llegar a la conclusión de que el ex diputado había organizado el asesinato de la ex esposa.
“Son todos falsos y mal pueden conducir a una conclusión válida porque no van en ningún sentido”. Y desmenuzó: “Dice el fiscal que a la mañana siguiente Hisa preparó el nicho familiar junto con Juan Carlos Guerrero para sepultar a Norma Carleti y yo no sé porqué cree que el que limpia el nicho de un fallecido es el instigador de su muerte. Fue una señal de respeto, nada más”. También habló de la tan mentada división de bienes tras la separación matrimonial de hecho: “Habían llegado a un principio de acuerdo como lo demuestra una serie de audios de WhatsApp que el fiscal no ha valorado. No querían judicializar ese aspecto de sus vidas y eso estaba claro”.
El audio que lo complicó
Hace dos semanas, cuando el caso Carleti parecía estar dormido, un audio reavivó la llama.
La investigación dio un giro y Carleti quedó acusado de femicidio debido a que se comprobó maltrato económico y psicológico, homicidio agravado por el vínculo y homicidio agravado por promesa de remuneración a los hermanos Guerrero, lo que prevé una pena de prisión perpetua.
El cambio se produjo luego de que un preso que estaba en el mismo sector que Kevin Guerrero, uno de los acusados de cometer el asesinato, presentara ante la Justicia un audio de una conversación que tuvo con el imputado, quien contó que Leonardo Hisa buscó a su padre, Juan Carlos Guerrero para que sus hijos mataran a Norma. Una vez presentada esta prueba, los investigadores citaron a Kevin y reconoció que era él el del audio, pero advirtió que lo hizo bajo amenazas de muerte, aunque uno de los abogados de la causa sostuvo que está prácticamente comprobado que fue una charla espontánea entre dos presos. El penalista Daniel Sosa Arditi, quien asiste a Leonardo Hisa, calificó la nueva prueba basada en los dichos grabados de Kevin Guerrero de “pescado podrido”.
Dijo que “está llena de contradicciones y mentiras” y acusó al fiscal Carlos Torres de “tener en cuenta sólo lo que a él le conviene”.
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