El inicio de la penumbra comenzará en la siesta. La fase “total” será a las 17.21 durará 1 hora y 43 minutos.
El eclipse total de Luna más largo del siglo XXI teñirá de rojo el satélite de la Tierra el viernes y se podrá ver en Mendoza. El inicio de la penumbra será a partir de las 14. La fase “total” será a las 17.21 durará 1 hora y 43 minutos.
“Es una coincidencia de fenómenos infrecuente e interesante”, declaró Pascal Descamps, astrónomo del Instituto de Mecánica Celeste y Cálculo de Efemérides (IMCCE) del Observatorio de París.
“La Luna tendrá un tono rojizo, un poco cobrizo, y Marte, apodado ‘el planeta rojo’, estará a su lado muy brillante, con un tono ligeramente anaranjado”, explica.
El espectáculo astronómico podrá observarse a simple vista, sin ningún peligro. Pero los prismáticos, lentes y telescopios permitirán disfrutarlo aún más.
El eclipse solo será visible -parcial o totalmente- en la mitad del mundo: podrá verse desde África, Europa, Asia y Australia. Los mejores situados para disfrutar del espectáculo serán los habitantes de África, Medio Oriente e India.
En América Latina será visible en la penumbra crepuscular del viernes en la costa oriental del continente, en Brasil, Uruguay y Argentina, aunque el invierno austral puede complicar la observación del fenómeno.
Para que se produzca un eclipse de Luna tiene que haber una alineación casi perfecta del Sol, la Tierra y la Luna. Cuando nuestro planeta se sitúa entre el astro y la Luna, proyecta su sombra sobre nuestro satélite natural.
El viernes, la Luna, que estará en plenilunio, irá entrando poco a poco en la penumbra y después en la sombra, en la que ingresará completamente para después ir saliendo progresivamente.
El momento más cautivador del eclipse, es decir, cuando la Luna estará completamente en el cono de sombra proyectado por la Tierra, se iniciará a las 14.14 en Argentina. La fase “total” será a las 17.22 y durará 1 hora y 43 minutos (103 minutos), convirtiéndolo en el eclipse lunar más largo del siglo XXI.
Se tratará del segundo eclipse total de Luna de 2018, después del ocurrido el 31 de enero. En aquella ocasión se trataba de una “superluna”, porque el satélite tenía la apariencia de ser especialmente grande.
La del viernes, en cambio, será una “miniluna”, ya que se encontrará casi en el punto más alejado de la Tierra y dará la sensación de tener un tamaño menor. También por eso, le llevará más tiempo atravesar el cono de sombra.
Al estar privada de los rayos del Sol, la Luna se ensombrecerá y se teñirá de rojo. Este color se explica por el hecho de que la atmósfera terrestre desvía los rayos rojos de la luz solar hacia el interior del cono de sombra, y la Luna puede reflejarlos.
Según las condiciones atmosféricas y, especialmente, la contaminación, la Luna podrá adquirir un gris rojizo muy oscuro, o teñirse de un rojo más intenso si no hay partículas en la atmósfera.
El otro protagonista de la noche será el planeta Marte, que estará a solo 57,6 millones de kilómetros de la Tierra (el mínimo de distancia se alcanzará el 31 de julio).
Hace 15 años que la apariencia de su diámetro no es tan grande. Y habrá que esperar hasta 2035 para ver el planeta rojo tan cerca. A simple vista solo se verá un punto brillante, pero con lentes o un telescopio será posible observarlo en detalle.