A comienzos del mes que viene se aplicará el primer ajuste semestral de acuerdo con el índice UVA. La suba impactará a cerca de 800 familias que recibieron sus casas a partir de diciembre. La oposición pide ligar los aumentos de cuotas a la variación salarial, pero el Gobierno lo rechaza.
Para los adjudicatarios recientes de una vivienda social del IPV, se viene “el salto más fuerte”: la próxima cuota de la casa tendrá un aumento del orden del 20 por ciento.
La modificación afectará a unas 800 familias. Son aquellas que accedieron a la casa propia desde diciembre hasta la actualidad. A ellas les corresponde pagar las cuotas de acuerdo con las nuevas reglas de juego que fijó el IPV a fines del año pasado, cuando ligó las operatorias de vivienda a las Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) del Banco Central.
De ese modo, las casas dejaron de tener precio en pesos y ahora su valor se expresa en UVAs, unidades que se van incrementando al ritmo de la inflación.
El nuevo sistema quedó oficializado por medio de la resolución 1303, de noviembre del año pasado, y el decreto 2255 del gobernador Alfredo Cornejo, que lo ratificó.
Si bien la metodología UVA se está extendiendo en todo el país, cada provincia elige cuándo aplicar los aumentos: anual, semestral e incluso mensualmente. El IPV optó por hacerlo dos veces al año, por lo cual, a comienzos de agosto, se viene la primera actualización de la nueva era.
Y es el salto más fuerte porque los adjudicatarios recién empiezan a pagar los créditos, que tienen un plazo de 20 años, con lo cual la actualización se aplica sobre un saldo muy importante.
Si bien no han cerrado las cuentas todavía, en el IPV calculan un promedio de 800 pesosde aumento, para personas que pagaban cuotas de 4.000 pesos a comienzos de este año. El precio de las viviendas en cuestión varía entre 1 y 1,4 millones de pesos, dependiendo de los costos que urbanización.
El incremento cercano al 20 por ciento se entienda al verificar los aumentos de la unidad UVA entre fines de diciembre y la actualidad. La tabla publicada por el Banco Central refleja que la UVA tenía un valor de 21,15 pesos a fines de diciembre, mientras que, para el 31 de julio, su valor será de 25,02 pesos.
La defensa oficial
Si bien a muchas familias les costará asumir los aumentos de las cuotas, que se suman al resto de las subas provocadas por la inflación, el sistema es defendido por el Gobierno como una herramienta de financiamiento a futuro.
El propio Cornejo habló a favor del sistema UVA el martes, durante la entrega de un barrio de 26 casas en Santa Rosa. “Hay gente que paga una cuota de menos de 100 pesos y estamos tratando de regularizar esa situación con índices UVA, para poder seguir construyendo casas”, afirmó el gobernador.
“Los ciudadanos con responsabilidad tienen que exigirles a los mandatarios un sistema financiable para el futuro de la vivienda”, agregó. En este sentido, el Gobierno provincial ha lanzado un programa independiente de los fondos nacionales que se llama Mendoza Construye y por el cual planea entregar 1.600 casas.
Las palabras de Cornejo sintetizan la crítica oficial a las gestiones anteriores en materia de vivienda social. El IPV tiene 65.000 créditos activos en total, lo que quiere decir que la gran mayoría no va a sentir el impacto de las UVAs. En virtud de las cuotas fijas de otros tiempos, hay muchas familias que pagan valores irrisorios: entre 20 y 50 pesos en algunos casos. Son franjas en las que, además, hay mucha morosidad.
El presidente del IPV, Damián Salamone, aporta además que el viejo sistema de pago de las viviendas aplicaba tres aumentos a lo largo de la operatoria, lo cual provocaba deudores crónicos. “El sistema UVA se va a sentir mucho menos que el último régimen vigente, en el que había saltos que superaban el 50 por ciento de un tramo a otro”, explicó.
Fuerte debate político
El sistema UVA del IPV es generador de un debate entre el oficialismo y la oposición.
Cabe aclarar que es el mismo sistema que se aplica para los créditos hipotecarios del sector privado, aunque con una sensible diferencia. Además del índice UVA, los créditos bancarios agregan su propia tasa de interés.
De todos modos, el diputado justicialista Jorge Tanús ha ejemplificado su impacto con un ejemplo concreto. Una vivienda del IPV cuyo costo fue fijado en 44.741,90 UVAs, cuesta mucho más ahora que en abril.
En efecto, el inmueble en cuestión salía 1.011.614,35 pesos en abril, mientras que, en julio, pasó a costar 1.110.496,44 pesos. Es decir que su valor se incrementó 98.882,09 pesos en sólo cuatro meses por la aplicación del índice UVA.
A caballo de esta cuenta, el legislador ha presentado un proyecto para que el IPV abandone el sistema UVA, en el que los aumentos se asimilan al costo de vida, y que las cuotas pasen a ser ajustadas por el índice de variación salarial, de impacto menor.
La negativa del Gobierno es absoluta. Para mitigar el impacto de los aumentos, el IPV ofrece la posibilidad de ampliar el plazo del crédito, en el caso de que la cuota supere el 20 por ciento de los ingresos familiares.
Po lo demás, Salamone, presidente del IPV, asegura que el proyecto del justicialista Tanús “no es contemplable porque nuestro criterio es mucho mejor, entendiendo que el déficit habitacional es alto, que las familias pagan mucho menos que un alquiler y que se pretende ser eficiente para financiar futuras vivienda sociales, algo que nunca pasó en la historia del IPV“.
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