Este es un año especialmente malo por la poca cantidad de agua disponible, pero el organismo no declarará formalmente la emergencia.
El Departamento General de Irrigación no declarará este año la emergencia hídrica porque las autoridades entienden que, lamentablemente la situación ha llegado para quedarse, por lo que sostienen que no tiene ningún sentido anunciarlo cada año.
Vale decir que este es un año especialmente malo respecto de la cantidad de agua disponible. De hecho, hay una pequeña esperanza de “recuperación” con la próxima nevada, que se espera para este fin de semana y que podría ser una de las últimas del año.
“Esta situación ha llegado para quedarse por el cambio climático. Una emergencia es una situación de coyuntura pero en ese caso se repite todos los años. Además, declararlo no tiene beneficios directos salvo que antes se contemplaban algunas excepciones cuando se declaraba, en casos puntuales, y ahora habrá que ser más conscientes y eficientes”, Sergio Marinelli , superintendente de irrigación.
Por ello, el funcionario sostuvo que la campaña tiene que ser anual, permanente, cambiando la forma de regar y erogar. “No debe distribuirse el agua en cualquier momento o de cualquier manera.
Porque tenés que regar una determinada cantidad de hectáreas de un viñedo o un frutal en función a las necesidades de ese cultivo, no largar el agua en cualquier momento porque eso en definitiva tampoco sirve”, remarcó Marinelli.
El titular del ente autárquico también explicó que es por esta razón que el riego se va a medir por canal e hijuela para determinar con precisión hacia dónde va el agua por ineficiencia, mal manejo, derroche o robo.
También indicó que se construirán reservorios unos siete más aproximadamente, que se sumarán a los tres existentes, para aumentar la cantidad de embalses.
“Este año la cantidad de agua disponible es muy mala. La esperanza está puesta en este próximo fin de semana, pero ya es una situación irreversible”, indicó Marinelli.
Además dijo que espera que se realice un taller con meteorólogos para avanzar sobre lo que serán los próximos meses en materia de lluvias. “Pero por más que haya muchas lluvias no se va a compensar la situación actual”, agregó el funcionario.
Finalizó la corta anual
La corta anual de aguas que se realiza de modo periódico en toda la provincia llegó a su fin y el agua ya corre por los cauces del Tunuyán Inferior, Tunuyán Inferior, Diamante y Malargüe.
En tanto, la vuelta del agua de la cuenca del Atuel y del río Mendoza, comenzó el martes. Las obras finalizadas se desarrollaron con financiación propia de Irrigación y el monto asciende a unos 10 millones en obras menores.
En este receso invernal, que se produce todos los años con la idea de concretar el mantenimiento redimensión y construcción de nuevos tramos de la red hídrica provincial, la Subdelegación de Aguas del Río Mendoza finalizó una serie de obras que optimizan la conducción del agua.
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