Tras salir del hospital, declaró la sancarlina que fue atacada por su ex marido y se salvó milagrosamente.
“Dejé de defenderme y le hice creer que estaba muerta”, dijo Pamela Lucero (26),una joven madre de San Carlos que, de esta forma, salvó su vida cuando era atacada brutalmente por su ex marido, el 27 de diciembre pasado.
Tras pasar 10 días internada en el hospital Scaravelli, recuperándose de varias heridas, una de las cuales le comprometió el hígado, la mujer declaró en sede judicial y contó el calvario por el que pasó desde que se separó, hace tres años, y que terminó en cuando Daniel Ahumada la apuñaló brutalmente en una finca de La Consulta.
El hombre fue detenido y está imputado por tentativa de femicidio.
Acompañada por Lorena Martín, su abogada, la mujer se constituyó en querellante y declaró ante el fiscal Jorge Quiroga esta semana.
Le dijo que, desde que se separó, fue atacada y agredida por su pareja a la que denunció siete veces. Incluso afirmó que en 2017 ya la había amenazado con un cuchillo, aunque esa vez no lo denunció por miedo.
Un ataque salvaje
Según Pamela, el 27 de diciembre pasado, cuando salía de trabajar, fue abordada por su ex pareja, quien le dijo que tenía unas zapatillas para su hijo de 4 años.
Se fueron caminando juntos -violando la prohibición de acercamiento- y comenzó una discusión porque él quería ir a buscar al pequeño para pasar juntos Año Nuevo.
Ella le dijo que no podía acercarse a la casa, que tenía que enviar a alguien. Entonces comenzaron los insultos y las amenazas por lo que ella se marchó rumbo a su casa.
Entonces, el agresor cortó camino por una finca, esperó y la interceptó en un callejón ubicado entre las calles José Zapata y San Martín.
Siempre según la versión de la víctima, es aquí donde se produjo la agresión: el hombre le dio dos puñaladas en la zona abdominal, ella cayó y él la llevó hacia una viña para ocultar la situación.
“Voy a ir preso pero vos vas a estar muerta”, le dijo el agresor al tiempo que volvió a apuñalarla por la espalda y en el cuello, muy cerca de la aorta.
Ella, hasta ese momento, trató de resistir el ataque. “Dejé de defenderme y le hice creer que estaba muerta”, contaría luego la mujer al fiscal. Esta decisión le salvó la vida porque Ahumada se fue y ella como pudo -habiendo recibido 4 puñaladas y perdido mucha sangre- salió de las viñas, volvió al callejón y caminó hasta la calle Vicente Zapata, donde volvió a desplomarse.
Con las últimas fuerzas, pudo gritar . Su hermana que estaba en su casa, escuchó el pedido de auxilio y la socorrió. Luego, en un auto, la llevaron a una sala de primero auxilios de La Consulta, desde donde fue derivada al hospital Scaravelli.
San Carlos: mujeres sin contención
“Somos el único departamento sin Juzgado de Familia. No tenemos CAI (Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario). Es una situación difícil para la mujeres sancarlinas que hacen denuncias por violencia intrafamiliar o de género porque las pericias se demoran 3 meses”, dice la abogada de San Carlos Lorena Martín, quien asesora a Pamela Lucero.
La letrada explicó que Pamela “no tuvo respuestas durante 3 años”, su hijo no recibe cuota alimentaria y la perimetral “no le funcionó”.
“El jueves tuvo que ir a un psicólogo de la sala de primeras auxilios porque no hay nadie que la contenga”, dijo Martín.
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