Apareció muerto en su departamento luego de haber presentado una denuncia contra Cristina Kirchner por el pacto con Irán.
Hace cuatro años el fiscal Alberto Nisman fue encontrado muerto en el baño del departamento que alquilaba en Puerto Madero. La investigación judicial aún no pudo establecer las circunstancias del deceso de quien hasta ese momento fuera titular de la Unidad Fiscal AMIA. Solo se sabe que murió por un balazo que le perforó la sien derecha y que esa bala salió el arma propiedad deDiego Lagomarsino, un colaborador informático de mucha confianza de Nisman.
Lagomarsino está acusado de “partícipe necesario” por el juez federal Julián Ercolini, quien sostiene la hipótesis de que Nisman fue asesinado. Los custodios Néstor Durán, Luis Miño y Armando Niz, más el policía Rubén Benítez, están procesados por encubrimiento.
La muerte de Nisman, ocurrida probablemente en la mañana del domingo 18 de enero de 2015, conmocionó la vida política argentina, y tuvo fuertes repercusiones en el exterior.
Los últimos días
El Gobierno nacional venía removiendo fiscales incómodos. Uno de los que sería removido era el propio Nisman.
Eduardo Taiano dejó de subrogar en la Fiscalía Federal 5 por oponerse a pedir la indagatoria de Ernestina Herrera de Noble y Bartolomé Mitre por la compra de Papel Prensa -aún presionado por la procuradora, el fiscal se mantuvo en que no había ningún motivo para hacerlo y eso le costó el puesto- y Guillermo Marijuanfue sacado de la Fiscalía de Investigaciones de la Seguridad Social, donde pedía que el área que investigaba la corrupción en el PAMI tuviera a sus empleados efectivos y no contratados, para poder investigar mejor.
El fiscal averiguó que la procuradora Alejandra Gils Carbó regresaría de sus vacaciones el lunes 12 y decidió que ese mismo día, él debía estar en Buenos Aires para presentar la denuncia contra Cristina esa semana.
Nisman llegó a Ezeiza a las 9 de la mañana de aquel lunes y se fue directo a la fiscalía, en Plaza de Mayo. Allí convocó a sus empleados de mayor confianza y les dio instrucciones para finalizar la denuncia al día siguiente y presentarla el miércoles 14 en los tribunales de Comodoro Py.
El juzgado de turno era el del juez Lijo, pero como éste estaba de licencia lo subrogaba Servini de Cubría.
Hasta ese despacho la llevaron personalmente los secretarios letrados Soledad Castro y Armando Antao Cortéz. La denuncia contra la Presidenta y parte de su gobierno por encubrir a los iraníes que volaron la AMIA la recibió un empleado en Mesa de Entradas. Tenía 289 páginas.
Pero aún no se adjuntaban las pruebas: 916 CDs de audio con las escuchas telefónicas que comprometían a los principales acusados y que Nisman decidió que entregarían la semana siguiente, tras copiarlos en 19 DVDs, con mucha mayor capacidad de almacenamiento.
Estas se iban a enviar recién el lunes 19, de modo que el gobierno se quedó durante larguísimos 5 días en un cataclismo político y sin mayor información sobre qué tenía Nisman realmente para sostener la denuncia.
Esa misma noche de miércoles Nisman fue a TN y habló públicamente de su denuncia.
Al día siguiente, el jueves 15, fue citado al Congreso para explicar sus argumentos.
Quedaron en que lo haría el lunes 19, el mismo día en que llevarían los DVDs con las pruebas a Comodoro Py.
El viernes 16, Nisman almorzó sushi cerca de su casa y sus colaboradores le llevaron las copias de todas las escuchas ordenadas por el juez Canicoba Corral. Aquel mismo viernes Nisman llamó a 12 personas y se mantuvo en contacto con varios periodistas para dar más detalles de su denuncia contra la Presidenta.
El sábado 17, sus colaboradores más cercanos estuvieron en contacto con él hasta las siete de la tarde, cuando Nisman citó a la secretaria letrada Soledad Castro para continuar trabajando en los últimos detalles el domingo. “Mañana nos vemos al mediodía”, le dijo.
A las ocho de la noche llegó Lagomarsino. Según su relato, le llevaba el arma que Nisman le había pedido. Cuando subió en el ascensor, lo hizo junto al custodio Durán.
Los custodios se fueron a las ocho de la noche y dejaron completamente solo a Nisman durante 15 horas, hasta el domingo a las once de la mañana. En ese lapso fue asesinado.
Ayer, en Israel, fue entrevistada Sara Garfunkel, la madre de Nisman. “Para mí lo mataron y punto. Lo que digan los demás no me importa”.
Sara Garfunkel fue recibida por el presidente de Israel, Reuven Rivlin, quien calificó de “héroe” a Nisman.
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