Ayelén Calderón es oriunda de Tupungato y su emprendimiento en la repostería artesanal es el más elegido en la Provincia sureña.
Historia de Vida
Ayelén vive en Sarmiento-Chubut hace 5 años, dejó Tupungato para cumplir nuevas metas junto a sus 2 hijos (Luciano y Micaela), juntos proyectaron una nueva vida, la cual no fue facil comenzar.
Al llegar a un lugar nuevo, Calderón no tuvo buenas experiencias en su acercamiento al ámbiente laboral, “…comencé a trabajar en una panadería, en donde me hicieron pagar el derecho de piso por ser nueva, me hacían maldades, hasta me escondian el uniforme…” comentó a nuestro medio.
Con un amplio curriculum y experiencia había obtenido ese empleo, su eficacia al trabajar, sistemática y rápida con cada producto le demostró a sus empleadores que su permanencia en el lugar era util, por lo cual se aprovecharon. “…Me fueron recortando horarios al trabajar tan rápido y me arrepiento, no lo valoraron, lo usaron para pagarme menos por más…” expresó.
Debido a la mala experiencia laboral, Ayelén decidió invertir el dinero de su primer trabajo en calzas deportivas para revender. Esto le permitió generar ganancias para comprar sus primeros utensillos y comenzar a transitar el sueño del emprendimiento propio.
Comenzó a realizar tortas por encargue, y denominó a su emprendimiento “Color Caramelo” , su familia de Tupungato y amigos la alentaron a perseguir uno de sus proyectos. Creó una página de facebook en donde mostraba sus trabajos y hacia conocer su talento.
“…Mi pareja es uno de los responsables de que empezara sola el emprendimiento, siempre trabajé para alguien más. Después estuvo mi familia de Mendoza y amigos que me apoyaron a distancia y sobre todo mis hijos9, quienes me apoyan totalmente aunque a veces les cuesta entender mis horarios…” contó Ayelén.
Hoy su proyecto crece día tras día y la comunidad de Sarmiento elije cada vez mas sus producciones por ser originales y artisticas. “…En la repostería no podes usar o hacer siempre lo mismo, es un trabajo que va evolucionando constantemente, no solo en la técnica sino también en cada producción, hay que innovar. Los clientes me alagan y la verdad me siento muy respetada, valorada en lo que hago…”
Ayelén nutrió sus conocimientos en los diversos lugares labores por los cuales transitó y aseguro que desde su“abuela y madre” acumula saberes. Manifiesta estar muy agradecida de su ex-compañera de trabajo “Mabel” y sus antiguas patronas “Nanci y Graciela Juri” dueñas de la Panadería más antigua de Tupungato, ubicada en la Av. Belgrano. “…Me dieron la oportunidad de desenvolverme, plasmar mis conocimientos y aumentar mis ganas de crecer, ellas me dieron confianza y el lugar para descubrirme a mi misma, les debo mucho…” anunció Calderón.
Durante la conversación con Cepa Diario Digital expresó que extraña demasiado Tupungato y su gente, aún le cuesta adaptarse a su actual residencia por ser una comunidad conservadora, “…Mi emprendimiento me ayudó muchisimo para que la gente de acá me incluya, conocer a mis clientes, tener una relación de confianza, comparto mediante las redes sociales, esto provocó que apreciaran mi trabajo y mi persona…” finalizó.
Ayelén crece en su ámbito laboral, continúa proyectando y no olvida el lugar de donde proviene, su querida Mendoza y sobre todo su amado Tupungato.
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