El hombre no dudó en socorrer a la pequeña quien estaba totalmente desvanecida y no tenía signos vitales.
El hecho ocurrió en la calle Baqueano Stay del departamento mendocino de Tunuyán. Carmona fue a visitar a su hijo cuando de repente vio a una mujer corriendo con su hija en los brazos. La beba estaba desvanecida y no tenía signos vitales.
“Me pasa a la bebé y cuando la veo estaba sin respirar. La beba estaba desvanecida. Al instante, empecé con las maniobras. Lo primero que observé fueron las vías aéreas permeables, le metí la mano en la boca por si se había obstruido la vía respiratoria”, dijo el enfermero a Canal 8 Digital.
“Le puse la oreja en el pecho y observé si tenía movimientos respiratorios. La beba no estaba respirando y estaban disminuyendo los latidos cardíacos. Comencé a estimularla, no estaba saliendo y comencé con RCP (reanimación cardiopulmonar)”.
De forma inmediata, el hombre le pidió a la abuela de su hijo que lo lleve en vehículo hasta el hospital. Aseguró que en el camino “no pensaba en otra cosa que sacarla” de la situación dramática en la que se encontraba. “Estuve muy tranquilo, muchos profesionales en esa situación se quedan duros”, sostuvo.
“Dios me iluminó en ese momento y pude desenvolverme como lo pude hacer”, dijo y explicó que cuando faltaban dos cuadras para llegar al hospital, la beba comenzó a respirar y en la puerta del hospital se largó a llorar. “Como enfermero, me sentí con la tarea realizada, fue exitosa mi maniobra, y como persona, me volvió el alma al cuerpo”, aseguró Abel.