Calculan que en tres años podrían emplear a unos 2.500 trabajadores y, a través de un polo de prestaciones en Malargüe, recuperar los índices industriales.
Las pequeñas y medianas empresas de servicios están atravesando como pueden la crisis económica que golpea al país, pero ven con buenos ojos el desarrollo del yacimiento petrolífero Vaca Muerta. Calculan que en tres años podrían emplear a unos 2.500 trabajadores y, a través de un polo de prestaciones en Malargüe, recuperar los índices industriales.
El desarrollo del mega-yacimiento del Sur entusiasma al sector, golpeado en estos tiempos por la crisis económica y la baja actividad. Como ya informamos Argentina, y Mendoza en ese contexto, viene cayendo en la última década en todas las cuencas de explotación de petróleo convencional.
Frente a esto, la formación de hidrocarburos no convencionales de Neuquén, Río Negro y Mendoza es uno de los principales polos de atracción de inversiones del país, y su potencial es juzgado por gobiernos, empresas y analistas como un motor del desarrollo nacional en los próximos decenios.
A partir de un nuevo informe de Radio Nihuil, se pudo conocer que el potencial es enorme y ya muestra resultados: en 2018 creció en producción de petróleo y gas en más del 40% interanual. Sólo en Mendoza, estiman recursos para 50 años que dejarán riqueza por U$S20.000 millones.
Mendoza 03-10-18 VACA MUERTA / Fracking Foto: Luis Amieva
Pero más allá del valor de mercado del recurso, de los impuestos y regalías, la multiplicación en la cadena de valor de bienes, servicios y empleo es la que más entusiasma.
En Mendoza hay unas 100 pequeñas y medianas empresas trabajando para el área petrolera. Tienen, en promedio, entre 20 y 30 empleados cada una.
Asinmet, la Asociación de empresas de la metalmecánica, realiza estudios trimestrales con la UNCuyo (Universidad Nacional de Cuyo) sobre la capacidad de producción y su empleo real.
Su vicepresidente, Julio Totero, explicó que hoy están al 50% de su capacidad instalada, con un bajo nivel de demanda. De prosperar el polo industrial en Pata Mora, en Malargüe, las Pymes duplicarían su trabajo. Además, radicar empresas industriales en esas latitudes podría aprovechar la demanda de servicios de Neuquén, a pocos kilómetros.
“Nosotros en la provincia tenemos un relevamiento de alrededor de 100 Pymes que están brindando servicios a la industria del petróleo. Estamos hablando de más de 2.500 trabajadores y si Vaca Muerta se desarrolla como pretendemos y creemos, la demanda de trabajadores se duplicará. Lo mismo podría pasar con la minería si se desarrollara”, aseguró Totero.
Mendoza 11-08-18 Recorrida por Vaca Muerta. Personal de laboratorio y policía del agua río atuel trasladan muestra de agua que se utilizará en la perforación . Foto: Luis AMieva
El sector abarca un amplio abanico de productos y servicios mineros que son fundamentales en la cadena de valor: equipos de perforación, estructuras, campamentos, tanques, depósitos, mano de obra.
Desde Asinmet, recordaron que el petróleo es el sector en mejores condiciones para traccionar al resto de la industria en esta etapa de recesión.
“En ese sector, según los estudios que hacemos trimestralmente va bien en el ámbito petrolero, pero en los que tienen que ver con servicios, agroindustria y construcción, las dificultades son bastante marcadas porque hay bajo nivel de demanda y un nivel de ocupación debajo del 50%. Estamos esperanzados con el sector petrolero y energético, para que pueda traccionar a los otros y no se note tanto la caída”.
Desde el Gobierno, el Subsecretario de Energía y Minería recuerda que este tipo de explotaciones demanda algunos años. Emilio Guiñazú aseguró que se desperdició una década entera sin políticas de desarrollo del área, y estimó que tardará entre 3 y 4 años más.
Para el funcionario, Mendoza está en condiciones óptimas para el desarrollo petrolero. Guiñazú pondera los servicios, la infraestructura, el clima de negocios, y la mano de obra calificada.
“Nuestra ventaja competitiva y comparativa siempre fue tener mejor logística, mejor ambiente de trabajo, mejor infraestructura, mayor disponibilidad de proveedores. Todo eso que supimos tener, por muchos años sin trabajar, se van mudando a otros lugares donde hay actividad, a otras provincias vecinas donde avanzaron rápidamente en el desarrollo de estas actividades. Nuestro desafío es recuperar esas ventajas”, expresó Guiñazú.
La explotación de hidrocarburos le reporta unos $7.000 mil millones por año en regalías al Estado mendocino. Pero más allá de eso, Guiñazú reconoce que el impacto social y económico en toda la cadena de valor, es mucho mayor.
“Lo más importante son los beneficios que obtiene la provincia cuando se genera un sector bien fortalecido, se gana en salarios, en servicios, en impuestos, mucho más que por regalías”, cerró el funcionario.