El Ángel Bustelo fue testigo de un hecho artístico inédito: la primera edición de los mayores premios de la industria musical argentina.
El auditorio Ángel Bustelo fue sede anoche de un acontecimiento inédito en el universo de la industria de la música nacional. Mendoza rompió el centralismo de la entrega de los Premios Gardel, que organiza Capif (Cámara Argentina de Productores y Fonogramas y Videogramas) y abrió el juego a la federalización de estos galardones que representan la fiesta más importante de esta industria argentina.
Cientos de músicos, productores, directores de discográficas (también cerca de 250 periodistas de todo el país y de Chile) y otros importantes actores de la industria musical inauguraron cerca de las 18 la alfombra roja de los Gardel 2019; un clásico de este evento en el que la alegría, los aires de festejo y la presencia de importantes artistas nominados comenzó a calentar la noche de una ceremonia que estuvo conducida por Iván de Pineda y que fue televisada, también por primera vez y desde las 21.30, por TNT. La entrega de premios comenzó a las 20 y pudo verse en streaming por Facebook, Twitter y YouTube de TNT.
A toda orquesta. El Bustelo vibró a pleno, y con un ensamble dirigido por Gustavo ‘Popi’ Spatocco, este show de los Gardel 2019. | Prensa / Gobierno de Mendoza
La ceremonia
Una gran pantalla led en una de las boca del escenario, la mitad del recinto en el Bustelo, ocupado en exclusiva por los artistas, la atmósfera y estilo de la entrega de premios de este nivel estuvo presente.
A las 20 comenzaron a llegar los invitados y acompañantes de los artistas, hasta colmar la sala con la voz de la tanguera Julieta Lazo. Esta previa a la televisación estuvo conducida por Luis Serrano y Gabriela Radice.
El encuentro marcó una noche histórica en Mendoza, donde se convocó también la política: estuvieron presentes el gobernador Alfredo Cornejo, con Mario Abed (intendente de Junín) y Rodolfo Suarez (intendente de Capital), ambos precandidatos a gobernadores.
Entre los artistas, figuras importantísimas de nuestra música nacional como Abel Pintos y Ulises Bueno (de los más buscados para las selfies), Pipi Piazzolla, Los Auténticos Decadentes, Lidia Borda y más se dieron cita en el Bustelo. Algunos de los ausentes fueron Louta, Andrés Calamaro, Liliana Herrero, Destino San Javier y Néstor en Bloque.
Premio merecido. Teresa Parodi fue reconocida por su trayectoria.
Musicalmente, se apostó a lo nuevo y a lo federal: un gran ensamble de excelentes y versátiles músicos mendocinos fue hilvanando conceptos y homenajes, compuestos con fuerte sensibilidad por el gran Gustavo ‘Popi’ Spatocco, histórico arreglador de Mercedes Sosa. Spatocco, con su infalible mirada musical, demostró que aunque en un país puedan habitar muchas músicas y grietas, hay un gen argentino que se despierta para cantar con una sola voz.
El arranque de la premiación se desarrolló ágil y entretenido, con una evocación de lo federal, con videos de artistas de cada provincia, a los que se sumó en vivo la orquesta. Pocho Sosa cantó por el otoño mendocino. ¿Y lo más emocionante? Fabio Santana, ex combatiente, cantando por Malvinas.
Un homenaje especial a los 50 años de “Fuiste mía un verano” de Leonardo Favio; Miss Bolivia pidiendo por una ley de cupo femenino y un grito para el #NiUnaMenos; un homenaje a Mercedes Sosa, con Víctor Heredia, y Teresa Parodi cantando en vivo temas del disco “Cambia todo cambia” junto al potente rapeo de Wos; la “Grasa de las Capitales” interpretado por Lidia Borda y Marilina Bertoldi ; Ligia Piro, Sol Pereyra y Elena Roger con un popurrí de temazos nacionales, fueron algunos de los apuntes de esta ceremonia que se dividió en dos partes.
Para el cierre, ya tarde y luego de muchos premios y nominaciones, todos esperaban con ansias el show en el que Lali Espósito, el Mono Favio de Kapanga, Cucho de los Auténticos Decadentes y otros más subirían al escenario para dar por finalizada a una noche que inauguró un antes y un después en la historia de esta ceremonia. Y Mendoza fue esa inflexión.