Se trata de Kevin Montivero Salinas (20), Mauricio Banega (19) y Diego Aguilu (18), quienes fueron marcados por testigos del hecho en el que un menor de 14 años fue golpeado con una piedra en la cabeza para robarle, en Tunuyán. El trío de malvivientes fue imputado y enviado a un penal provincial. Los detalles de la pesquisa.
El caso del adolescente tunuyanino de 14 años que está en coma inducido tras ser golpeado en un asalto generó conmoción en el Valle de Uco y la provincia.
Mientras la víctima lucha por su vida en el Hospital Pediátrico Alexander Fleming, en Ciudad, los investigadores del caso actuaron con celeridad y lograron la captura de los tres presuntos autores.
Se trata de Kevin Enzo Montivero Salinas (20), Mauricio Fabio Banega Luffi (19) y Diego Rodrigo Aguilu (18), quienes fueron señalados por diversos testigos del hecho.
La fiscal de Instrucción del Valle de Uco Eugenia Gómez, quien lidera la pesquisa, los imputó el lunes por el delito de robo agravado por el uso de arma impropia en concurso real con lesiones graves y por ser en poblado y en banda, calificación que arriesga una pena de cinco a quince años de prisión, según lo establece el Código Penal, en caso de que los acusados lleguen al juicio oral y público.
Este martes por la mañana, los tres presuntos asaltantes fueron trasladados a un penal provincial y, en los próximos días, la fiscal solicitará la audiencia de prisión preventiva, indicaron fuentes judiciales.
En tanto, los detectives aguardan la pronta recuperación de la víctima –se reserva su identidad por ser menor de edad– para que los detenidos sean sometidos a rueda de personas.
Si bien existen diversas pruebas que complican a Montivero, Banega y Aguilu, esperan sumar otra, siempre y cuando el adolescente consiga reconocerlos.
A plena luz del día
Eran las 16 del viernes cuando la víctima regresaba del Colegio San Pío X, ubicado en el centro departamental. Como lo hacía siempre, el adolescente se movilizaba a bordo de su bicicleta y tomaba la calle Calderón para dirigirse a su casa, que queda a un par de kilómetros del establecimiento educativo.
Cuando el estudiante pasó por el barrio 26 de Enero, considerado peligroso por los policías de la zona, fue interceptado por un grupo de sujetos que le propinó un piedrazo en la cabeza.
El impacto de ese elemento contundente provocó que el chico se desvaneciera en el acto y cayera de su bicicleta. Acto seguido, los maleantes tomaron el rodado y se esfumaron del lugar.
Pese a eso, su acción no pasó desapercibida en la barriada, sobre todo, porque la víctima quedó tendida sobre la calle, gravemente herida. Un vecino de la barriada se encargó de reanimarlo y el chico pudo darle aviso a su familia de lo sucedido.
Posteriormente, el hombre lo trasladó inmediatamente a un Centro Integrador Comunitario (CIC), allí le realizaron las primeras curaciones.
Luego, pasó por el Hospital Scaravelli, donde los médicos decidieron que el delicado estado ameritaba que fuese derivado a otras instalaciones para que se le proporcionara una atención adecuada a sus necesidades, por lo que fue llevado al nosocomio pediátrico de avenida Colón.
En paralelo, efectivos del departamento habían iniciado las tareas de la escena. En un principio no estaba clara la cantidad de atacantes, algunos vecinos mencionaban a un grupo de tres sujetos, mientras que otros aseguraban que habían sido cuatro o cinco.
Lo cierto es que había tres nombres en los que coincidían todos las personas que atestiguaron sobre el brutal ataque a plena luz del día: esos eran los de Kevin Montivero, Mauricio Banega y Diego Aguilu, quienes pertenecen a un grupo de jóvenes que suele deambular por esa zona del departamento.
Incluso, estos tres muchachos continuaron juntos hasta altas horas de la noche. Esa situación quedó acreditada mediante una foto que uno de los ahora imputados subió a Facebook: allí aparecen con su grupo de amigos, con quienes iban a compartir algunos tragos.
Tras reunir diferentes testimoniales y otras pruebas, la fiscal Gómez ordenó realizar una serie de allanamientos a fin de capturar a los tres señalados ladrones.
Pero, previo a esto, los investigadores recibieron el dato de que algunos de los malvivientes sindicados estaban por escapar hacia San Rafael.
Debido a eso, se dispuso un operativo cerrojo que realizaron en conjunto las unidades investigativas departamentales de Tunuyán y San Carlos (UID), así como también participaron efectivos de los Cuerpos Especiales y de la Unidad Especial de Patrullaje (UEP).
Así, se logró interceptar a Banega, que estaba acompañado por su novia, una menor de edad que también fue aprehendida pero luego quedó libre por no tener relación con el hecho.
De igual manera fue atrapado Montivero, quien estaba siendo sacado del barrio 26 de Enero en una Trafic.
Tras la captura de sus amigos, el último de los sospechosos, Aguilu, se presentó en una dependencia y se puso a disposición de la Justicia.
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