En la UCR creen que la militancia de Fernández Sagasti en La Cámpora será un techo para su crecimiento electoral.
El análisis más descarnado del radicalismo tiene dos componentes. Hacia adentro entienden que han sufrido en las zonas más pobres de los departamentos grandes y en los municipios de perfil productivo. Sin embargo, también sostienen que la fortaleza de las gestiones provinciales y municipales han permitido hacer una buena elección.
Hacia afuera, hay convencimiento en que la militancia de Anabel Fernández Sagasti en La Cámpora y su cercanía a Cristina Fernández, le pondrán un techo. Recuerdan los analistas de la UCR que el nivel de rechazo de la ex presidenta supera el 60% y que eso jugará en contra.
Lo sugirió casi al pasar Rodolfo Suarez en la breve charla que tuvo con Los Andes: “No creo que el votante de Omar vote a una candidata kirchnerista”, dijo y parece que pegar a Fernández Sagasti con Cristina y La Cámpora será uno de los ejes de la campaña que se viene, así como ya es un eje de la campaña del frente Elegí pegar a Alfredo Cornejo y a Suarez con Mauricio Macri.
Un observador de la rosca local sostiene que ese eje discursivo es “una chicana de vuelo corto, pero ella es de la Cámpora y es cristinista”.
Desde la UCR estiman que la senadora K no tiene chances de acceder al “voto blando no peronista”, entendiendo esto como el mendocino menos ideologizado y sin identificación con el peronismo, un sufragio al que podría acceder más fácilmente el adversario interno de Fernández Sagasti, el derrotado intendente de Maipú Alejandro Bermejo.
Los observadores de los números de las elecciones dicen que Cambia Mendoza tuvo problemas en los lugares pobres de los departamentos grandes, como el oeste de Godoy Cruz, el norte de Las Heras, Rodeo de la Cruz en Guaymallén y que la fortaleza de las gestiones provincial y municipal permitieron salvar la ropa y ganar.
En los lugares productivos también hubo sufrimiento, como en Alvear o Rivadavia. La única excepción fue Junín, los pagos del candidato a vicegobernador Mario Abed. Más aún, dicen que De Marchi tampoco hizo aporte significativo de votos a la coalición en estas zonas. Dónde sí el lujanino hizo buena elección fue en sectores medios y medios altos de Guaymallén, Las Heras, Luján, Godoy Cruz y Maipú centro. “Ese voto prácticamente va a Suárez directo” dicen.
Los radicales creen que tienen buenas probabilidades de sostener casi todas las comunas que gobiernan. El casi es por el caso Malargüe, dónde Cambia Mendoza obtuvo casi el 32% de los votos, contra el 61% del frente peronista Elegí. Hay algunos que hacen alguna apuesta por retener Malargüe y recuerdan que en la primaria abierta 2015 el peronismo sumó el 71% en ese departamento y en la general ganó el actual intendente Jorge Vergara Martínez. Allí dicen que podría hacer la diferencia Portezuelo del Viento y la explotación petrolera no convencional (Vaca Muerta).
Pero nada garantiza los resultados. Así es que también sostienen la esperanza en San Martín, dónde los candidatos a gobernador del frente Cambia Mendoza (Suárez, Omar de Marchi y Fernando Armagnague) sacaron el 42% de los votos, mientras que los dos aspirantes de Elegí (Fernández Sagasti y Bermejo) reunieron el 36%.