Funcionarios de la cartera se reunieron con los dueños de la empresa para articular acciones que aceleren los tiempos de recuperación.
El ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner, junto al subsecretario de Agricultura y Ganadería, Alejandro Zlotolow, y al jefe de Gabinete, Alfredo Aciar, recibieron a los propietarios del frigorífico Tunuyán luego de que el establecimiento quedó inutilizable a causa del incendio que provocó el viento Zonda del fin de semana.
Si bien la firma contará con el resarcimiento de la empresa aseguradora, que está cuantificando los daños, desde el Estado provincial ofrecieron mecanismos financieros para paliar la situación mientras se comenzaron a articular acciones para acelerar los tiempos de recuperación del frigorífico, que se estima tardaría alrededor de un año.
“Hemos evaluado la problemática con una visión a corto y largo plazo para poner a disposición las herramientas de ayuda para que puedan llegar a la próxima temporada con la capacidad de frío que se ha perdido. También hemos gestionado ante otras empresas que se han solidarizado para recibir productos, proveer cámaras de frío, mientras conversamos con otras para saber qué capacidad ociosa tienen para albergar mercadería”, detalló Alfredo Aciar.
El funcionario de Economía indicó, además, que “sería oportuno que la firma se inscriba en los programas de empresas en crisis que, a través del Gobierno nacional, otorgan asistencia para Recuperación Productiva (REPRO), que es un paliativo para que el trabajador reciba ingresos por un determinado tiempo”.
Aunque aún no han concluido los peritajes, que darán precisión sobre los daños, se estima que el daño ronda los $400 millones. Las pérdidas estructurales son totales, mientras que las maquinarias quedaron intactas. El fuego arrasó con mercadería acopiada como papas, ajos, vinos, fruta fresca (sobre todo uva de mesa, peras y duraznos), plantines de frutilla para exportación y manzana en atmósfera controlada.
La preocupación de Jaime Campomar, presidente de los frigoríficos Tunuyán y Aconcagua, no es el daño económico en sí mismo, ya que eso lo cubre la aseguradora, sino que durante el tiempo que demande la reconstrucción la empresa no generará facturación.
“Hemos encontrado en el Gobierno la mejor predisposición para dar soluciones a este problema que no sólo afecta a los 19 empleados directos sino también el trabajo indirecto de productores e industriales que acopian, lo que provoca un efecto multiplicador en otros puestos de trabajo”, señaló Campomar.
El propietario planea acordar con la compañía de seguros un modo de emplear a los trabajadores afectados para realizar la limpieza y remoción de escombros e incluso para las tareas de reconstrucción. En tanto, con los REPRO se cubriría las cargas sociales y los sueldos los liquidaría la misma firma.