En los próximos días se definirá el destino de los imputados del caso que involucró el fallecimiento del pequeño Valentín Tizza de 1 año y 8 meses, en abril del año 2018, junto con otro caso similar.
La brutal muerte a golpes de dos niños de menos de 2 años de edad tendrán en los próximos días a sus padres y padrastros sentados en el banquillo de los acusados. Uno de ellos, por primera vez llevará a ciudadanos del Tupungato, dentro del caso de Valentín Tizza.
Serán 24 mendocinos del jurado, 12 en cada caso, los que definirán el destino de los imputados y será la primera vez que el homicidio de un nene llegue a juicio por jurado desde que se instauró la nueva modalidad para delitos que tienen como única pena la prisión perpetua.
El juicio se llevará a cabo durante el próximo 2 y 6 de septiembre cuando se decidirá la suerte del matrimonio acusado por la muerte de su hijo, el pequeño Valentín Tizza, de un año y 10 meses, ocurrida en abril de 2018 camino al hospital de Tupungato.
Será el primer juicio por jurado donde se juzgue a ciudadanos del Valle de Uco.
En el banquillo de los acusados se sentarán Sebastián Tizza (24) y Celeste González (23), un joven matrimonio que está acusado del delito de homicidio agravado por el vínculo y que, de ser encontrados culpables, podrían recibir la pena de prisión perpetua.
Si bien hace meses que el Poder Judicial buscaba un lugar adecuado en el Valle de Uco para realizar un juicio de este tipo, finalmente los defensores solicitaron que el tribunal no estuviera compuesto por ciudadanos del Valle de Uco, tal como lo establece la ley.
Así las cosas, finalmente se estableció que se realice entre el 2 y 6 de septiembre próximo en el edificio de Tribunales, en Ciudad.
El juez técnico que controlará el debate será Ramiro Salinas, mientras que Francisco Pascua -jefe de los fiscales del Valle de Uco- y Facundo Garnica (instructor de caso), cumplirán el rol de acusadores. El abogado Maximiliano Legrand defenderá a Tizza y su mujer será asistida legalmente por dos defensores oficiales.
Un relato de terror
En la madrugada del 15 de abril del año pasado, Tizza y su mujer llevaron al pequeño Valentín a la guardia del hospital Las Heras, en Tupungato. Los médicos que lo atendieron establecieron que el pequeño ya había muerto y que presentaba signos de haber recibido una dura golpiza: presentaba lesiones en el abdomen y en la frente, además de hematomas en un ojo y en otras partes del cuerpo.
Ni bien se dio intervención a la fiscalía del Valle de Uco, los padres fueron llevados a la subcomisaría de Cordón del Plata, en Tupungato, donde permanecieron detenidos hasta que pasaron directamente a la penitenciaría de Mendoza tras ser imputados.
Sebastián Tizza tenía una prohibición de acercamiento al pequeño que no respetó. La medida había sido dictada porque, cuando el niño tenía 9 meses, había ingresado al hospital con signos de haber recibido una golpiza.
Para los investigadores, la pareja y el menor estuvieron en la casa de los padres del imputado el día previo al crimen. Los abuelos de Valentín declararon que ese día no habían visto nada extraño. Pero lo cierto es que los médicos apuntaron como causa de la muerte un desgarro hepático, producto de los golpes que el pequeño había recibido.
Dos golpizas
El segundo caso, tendrá sentados en el banquillo a una joven pareja acusada de matar a golpes a su hijo de 2 años, en un hecho ocurrido en noviembre de 2017 en Luján de Cuyo.
Maximiliano Ortiz Rosales (29) y Yamila Ibáñez Benavidez (26) enfrentarán al jurado popular por el crimen de Giuliano Ibáñez (2), hijastro e hijo respectivamente de los sospechosos.
En la noche del 28 de noviembre, Yamila Ibáñez llegó al hospital Notti con su hijo inconsciente. El pequeño no presentaba signos vitales y los médicos no pudieron reanimarlo.
El cuerpito del niño fue derivado para que le practicaran la autopsia, la cual reveló como causa de muerte una fractura de columna por un fuerte golpe. Además, había moretones visibles en su rostro.
Su madre fue consultada acerca de qué había sucedido y respondió que ella lo había retado y el pequeño se había desvanecido. La explicación no convenció y dieron intervención a la Justicia.
En la casa en la que vivía la familia, en calle San Martín al 5000 de Carrodilla, Policía Científica encontró manchas de sangre que sirvieron para suponer que al nene le habían pegado allí hasta matarlo.
Ante estas pruebas, la joven quedó detenida e imputada. Horas después, y por la declaración de ella, sería arrestado Maximiliano Ortiz. La mujer sostuvo que su pareja se había quedado solo con el pequeño en la vivienda y que, al regresar, lo encontró desvanecido.
Imputados los dos por homicidio agravado por el vínculo, la investigación fue avanzando hasta llegar a la instancia del juicio, que arrancará el próximo lunes 26 de agosto.
Al estar acusados por un delito que sólo prevé perpetua, serán 12 mendocinos los que definirán su futuro. Estarán los fiscales Fernando Guzzo y Flavio D’Amore y como juez, Diego Lusverti.
Dos víctimas
-Según lo padres, el niño estaba enfermo y fue llevado una semana antes a un curandero que le habría “recetado” una cataplasma que le comprimió la zona abdominal.
-El pequeño Giuliano Ibañez llegó sin vida al hospital Notti la noche del 28 de noviembre de 2017. Su madre, Yamila Ibáñez, dijo que lo había retado y el nene se había desvanecido.
-La autopsia practicada al cuerpito de Giuliano determinó que había sufrido fractura de columna por severos golpes. Su mamá inculpó al padrastro de la víctima, Maximiliano Ortíz.
–Valentín Tizza tenía un año y 10 meses de vida. Llegó muerto al hospita Las Heras, en Tupungato, en abril del año pasado. Tenía lesiones en el abdomen y hematomas en distintas partes del cuerpo.
-La necropsia estableció que el niño había sufrido un desgarro hepático por los golpes recibidos. Sus padres, Celeste González y Sebastián Tizza, arriesgan prisión perpetua.
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