Trascendió el informe final de los análisis de los curas Diego Roqué y Oscar Portillo. También se establecieron los rasgos del denunciante, un ex seminarista.
El 27 de diciembre del 2018, los sacerdotes Diego Roqué y Oscar Portillo, fundadores del Monasterio del Cristo Orante en Tupungato, dejaron una vida tranquila de penitencia y oración -característica de esta congregación- y fueron detenidos acusados de haber abusado sexualmente de un ex seminarista, cuando era menor.
Con el correr de los meses y el avance de la investigación que está a punto de clausurarse, se conocieron algunas de las conclusiones de los informes practicados por el Cuerpo Médico Forense y que fueron avalados por los peritos de parte de los clérigos.
Según fuentes judiciales, los estudios realizados a Roqué esbozan que tiene un perfil narcisista, así “muestra una tendencia a colocarse en una postura de superioridad y omnipotencia frente a su entorno”.
Otra de las afirmaciones a las que arribaron los peritos es que “tiene una actitud centrada en sí mismo“.
Mientras que, para el caso de Portillo, los profesionales de Salud Mental encontraron que “demuestra estructuras de pensamiento rígidas en la realidad pero puede ubicarse en el lugar del otro“.
Otro de los rasgos que surgen de los informes de Portillo, es que su rol de autoridad puede “acrecentarse en sus funciones en la vida monástica”.
Los creadores del monasterio que solía ser una atracción para los turistas y para los creyentes de la religión católica que visitaban Tupungato, actualmente cumplen el arresto domiciliario y enfrentan las imputaciones por distintos delitos contra la integridad sexual, que van desde abuso simple a agravado con acceso carnal y corrupción de menores.
Además, se pone de relieve en la imputación que la víctima era menor de edad y estaba bajo la órbita de los monjes en su instrucción para ordenarse como sacerdote.
Los hechos se habrían cometido entre el 2009 y el 2015, cuando el denunciante recién terminaba sus estudios secundarios, pero la denuncia penal se formalizó el año pasado.
“Su relato es creíble y no fabula”
Al mismo tiempo que los acusados fueron sometidos a estudios psicológicos y psiquiátricos, también, como es de rigor en este tipo de delito, se hizo lo propio con el denunciante.
De acuerdo con lo que trascendió de fuentes judiciales “surge que su relato es veraz no fabula y que fue sometido a una fuerte interacción de asimetría”.
Esta batería de estudios se suman a la declaración del joven, que ahora está alejado de la vida religiosa y a algunos elementos secuestrados en el monasterio. Por ejemplo, dispositivos informáticos donde se presume que hay descargas y fotografías con contenido sexual y que habrían sido borradas.
“Todos son indicios que nos permiten armar un rompecabezas para este tipo de figura delictiva”, remarcaron otras voces del caso.
Para la clausura de la investigación, la fiscal Eugenia Gómez aguarda un testimonio de un ex seminarista que habría sido abusado cuando la congregación funcionaba en Buenos Aires.
Como esta persona vive en el exterior se están arbitrando los medios para que declare en una comunicación por teleconferencia.
Otro caso de gran impacto para la Iglesia Católica
Después de las denuncias y las detenciones contra los curas del Instituto Próvolo por abusos y corrupción de menores en perjuicio de niños y adolescentes sordos, otro gran golpe para la iglesia mendocina fue el caso Cristo Orante.
A consecuencia de las sospechas y las primeras actuaciones de la Justicia, el seminario se clausuró y se intervino el monasterio.
En su paso por Contraventores, los curas dieron su versión de los hechos y se declararon inocentes a través de cartas que se hicieron llegar a los medios de comunicación.
Sin embargo, uno de ellos está siendo investigado mediante el proceso canónico, del que no se conocen mayores detalles.
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