Tras las PASO el Presidente lanzó una serie de medidas dirigidas al bolsillo de los argentinos para mejorar sus chances electorales.
Con los ecos de la elección presidencial aún retumbando, empezó el descongelamiento de la economía preelectoral que dispuso Mauricio Macri para evitar una sangría de votos mayor a la de las primarias abiertas del 11 de agosto.
El Gobierno nacional autorizó, a partir de la 0 de hoy, el aumento del 5% para naftas y gasoil. Es el primero de los precios que se derriten al calor post electoral; el precio había sido congelado por 90 días en agosto, pocos días después de la derrota en las primarias abiertas. El plazo previsto en el decreto 566 expiraba el 13 de noviembre pero el incremento se aplicó hoy (ver aparte).
Para fijar el precio se estableció un valor interno para el barril de petróleo (59 dólares) y para el dólar al que se pagaba ese barril (45,19 pesos). El precio promedio del billete verde que calcula el Banco Central llegó ayer a 63,22 el tipo vendedor; el barril de petróleo Brent está en 60 dólares. La pregunta era qué sucedería cuando venciera el plazo del congelamiento con una brecha tan grande.
El otro precio que también fue congelado en plena campaña electoral fue el del gas. Técnicamente no fue congelamiento sino que se postergó el incremento previsto para octubre. La Secretaría de Energía decidió patear ese aumento para enero de 2020.
En marzo se anunció un ajuste de la tarifa del gas de 29% promedio, escalonado entre abril, mayo y junio. A fines de junio se decidió aplicar la “tarifa plana” para los consumos invernales, es decir prorrateando parte del consumo para pagarlo con la factura de diciembre y subsiguientes.
En setiembre debía hacerse la audiencia pública para acordar un nuevo incremento de la tarifa por las diferencias de transporte y distribución.
El 3 de ese mes se publicó la resolución 521 en la que el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, postergaba la aplicación del incremento a enero de 2020. De cuánto es el incremento, aún no se sabe, pero debería hacerse una audiencia pública para definirlo en diciembre, justo en pleno traspaso del mando.
El fin de productos esenciales
Sesenta y cuatro productos se mantuvieron casi congelados desde abril pasado. El miércoles 30 de octubre, el Gobierno dio por terminado el programa Productos Esenciales que contenía a esos productos, debido a la resistencia de los empresarios de seguir sosteniendo esos precios.
El programa fue renovado el 7 de setiembre, con la mirada puesta en las elecciones del domingo pasado.
Los 64 pertenecen a grupos de la canasta básica: leche, harina, arroz, fideos, polenta, agua, aceite, azúcar, té, mermelada, yerba mate, pan rallado, galletitas (dulces y saladas), postres, yogur, cerveza, vino, cacao y conservas.
Productos esenciales era una especie de extensión de Precios Cuidados, el programa nacido en 2014 que seguirá vigente hasta enero de 2020.
Ahora esos 64 artículos serán parte de los 529 de Precios Cuidados, con un incremento de hasta el 20%, hasta la finalización del programa, cuando Alberto Fernández ya esté en el sillón de Rivadavia.
El presidente electo pretende un gran acuerdo nacional. ¿Incluirá la continuidad de Precios Cuidados?
El impuesto de la canasta
Otra medida lanzada el 15 de agosto, cuatro días después de las primarias, fue la rebaja del impuesto al valor agregado (IVA) a productos básicos. La lista incluía aceite de girasol, maíz y mezcla, arroz, azúcar, conservas de frutas, hortalizas y legumbres, harina de maíz, harinas de trigo, huevos, leche fluida entera o descremada con aditivos, pan, pan rallado y rebozador, pastas secas, yerba mate, mate cocido y té y yogur entero o descremado.
En la mayoría de los casos, el IVA asciende a 21%. La medida logró amortiguar la suba de precios producida por la devaluación desatada tras las PASO, ya que ese 21% que se llevaba el Estado nunca se recortó en el precio final y sirvió para que los aumentos se fueran comiendo esa diferencia.
Esa baja del IVA estará vigente hasta el 31 de diciembre. Fernández será quien deba decidir si lo mantiene o no. La duda es que el costo de la medida por estos meses asciende a 10 mil millones de pesos.
La suspensión de aportes patronales
Una de las medidas anunciadas por Macri en agosto fue que los trabajadores no pagaran aportes personales durante los meses de setiembre y octubre, con un tope de dos mil pesos por mes. Es decir, fue como un aumento salarial de 2.000 pesos que con el sueldo de noviembre no existirá más y los empleados volverán a hacer sus aportes personales.
Las prepagas
En la tarde del miércoles se conoció el incremento en las precios de las prepagas en 12% a partir de diciembre, autorizado por el Gobierno nacional.
Este precio no estaba oficialmente congelado con anterioridad. De hecho, hubo incrementos en los meses de campaña, pero fue el primero que se conoció después de las elecciones.
Este nuevo incremento en los costos de salud privados, es el octavo del año: de 5% en febrero y 7,5% en mayo; julio (6%), agosto (6%) y setiembre (5,5%); octubre (4%) y noviembre (4%).
En Mendoza se prepara la batería de aumentos
En Mendoza también hubo un congelamiento preelectoral. Quizá el caso más paradigmático fue el de la electricidad porque, en agosto, el Ente Provincial Regulador Eléctrico decidió no aplicar nuevos aumentos hasta después de las elecciones del 27 de octubre.
El último incremento había sido un mes antes, en julio, y ascendió al 16% en promedio.
Por ahora no hay novedad respecto de nuevos incrementos, pero ya anunciaron la convocatoria a audiencia pública el 25 y 26 de noviembre para subir el boleto de colectivo urbano y de media y larga distancia.
El último incremento del boleto urbano fue el 2 de enero pasado, cuando saltó de 11 a 18 pesos, un 63% de aumento. Fue justo cuando se lanzó el nuevo sistema de transporte Mendotran. Ahora se especula que el boleto llegue a los 25 pesos. Los empresarios piden un incremento de 40%.
El otro servicio de regulación provincial es el agua. Durante 2019 no hubo incrementos y no se espera que los haya hasta fin de año, pero el presidente de Aysam, Richard Battagión, ha salido a sensibilizar a la opinión pública, diciendo que las tarifas de agua y saneamiento están atrasadas y que, proyectando la inflación 2020, deberían subir un 160%.
Según Battagión, en 2018 el incremento, de 78%, fue para compensar la inflación de 2017 y el incremento de costos 2018, quedó corto.
El número
5 % Es el incremento de hoy. Hasta fin de año habrá otros incrementos que llegarán a un acumulado de 15%. El precio “congelado” tuvo subas de 4% y 6% en setiembre.
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