El gobierno de esa provincia cobrará $ 93 por cada tonelada embarcada, $ 278 por la descargada y $ 46 por la removida.
Tras largas horas de debate en la Legislatura de Buenos Aires, se aprobó el cobro de sobretasas en los puertos bonaerenses, que impactarán de forma directa en los costos logísticos de los operadores locales. El nuevo impuesto fue incluido en la ley impositiva de esa provincia, presentada por el gobernador Axel Kicillof.
A partir de la aprobación de la normativa, los empresarios deberán pagar una sobretasa de $ 93 por tonelada embarcada, $ 278 por la descargada y $ 46 por la tonelada removida. En compensación por el aumento, los legisladores oficialistas aceptaron reducir un 50% la alícuota de Ingresos Brutos aplicada sobre la actividad portuaria (anteriormente era de 3,5%), aunque según los expertos esto no alcanzará a compensar el encarecimiento total.
En lo que respecta a los exportadores mendocinos, la mayor preocupación radica en los $ 93 que se pagarán por tonelada embarcada. Según una estimación de ProMendoza, esto se traducirá en un sobrecosto de U$S 33 por contenedor.
“Normalmente se paga entre U$S 350 y U$S 450 por los servicios portuarios (por cada contenedor). Es decir que en algunos casos el nuevo impuesto representará un incremento del 10% para los empresarios”, señaló Mario Lázzaro, director de ProMendoza.
Millones en juego
Las protestas de los empresarios llegaron desde todos los sectores y provincias argentinas, principalmente por el movimiento comercial que pasa por la terminal portuaria Exolgan, en Dock Sud. “Por ese punto pasan un importante número de productos, ya sean refrigerados o no. Salen por esa vía vinos, frutas y básicamente cualquier producto que no sea a granel”, explicó Martín Clément, socio gerente en Clément Comercio Exterior.
Para el caso puntual de Mendoza, Mario Lázzaro aclaró que el 70% de la mercadería de la provincia sale por Chile y solo el 30% se exporta a través de Buenos Aires. “Hay cinco puertos disponibles para los mendocinos en la costa argentina, cuatro de ellos están en Capital Federal (no son alcanzados por el aumento) y uno está en Provincia de Buenos Aires (el de Dock Sud)”, indicó.
Aun así, el impacto de la suba impositiva es considerable, dado que la terminal portuaria Exolgan tiene contrato con la línea marítima Maersk, la más grande del mundo. “El flujo de mercadería que mueve esa empresa es realmente significativo”, señaló Lázzaro.
Además, la migración de los exportadores hacia alguno de los puertos de Capital Federal (no pagan sobretasa) no es nada sencilla, porque dependen del recorrido que hace las diferentes líneas marítimas. “Funcionan de forma similar a los colectivos urbanos. Cada empresa tiene un recorrido y cambiar de un puerto a otro no es simple”, apuntó el director de ProMendoza.
Coincidió con ese análisis Martín Clement, quien recordó que además entra en juego la capacidad de los diferentes puertos. “Quizás una parte de los exportadores derive su mercadería a otra terminal portuaria, pero en la mayoría de los casos tendrá que enfrentar el aumento de los costos”, advirtió.
Protestas generalizadas
Las sobretasas aplicadas por Kicillof generaron malestar entre los empresarios locales, quienes protestaron por la alta presión impositiva y la baja competitividad que tienen en los mercados internacionales.
Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo (Ccecuyo), opinó que cualquier suba de costos al sector productivo, es negativa. “El planteo que hizo Kicillof es antifederal y va en contra del estímulo a la producción”, reclamó.
“El sector productivo absorbe la mayor parte de los costos de la ineficiencia del Estado y lo más preocupante, es que este gobierno ni siquiera tiene un plan económico”, continuó.
“Por otro lado, se está dejando de lado el Pacto Fiscal, que apuntaba a reducir la presión tributaria, y se está dando lugar a que los gobiernos provinciales aumenten la presión impositiva”, lamentó Bustos Carra.
Similar fue la postura de Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA). “Las recargas impositivas no son buena señal para el sector externo. Con el aumento de los costos en los puertos de Buenos Aires, algunos productos vitivinícolas corren riesgo de quedar al límite en términos de competitividad”, aseguró.
“No hay que olvidar que Mendoza corre con la desventaja de estar lejos del puerto y además, lejos de los mercados de destino. Eso implica que tengamos costos logísticos de por sí altos, y si los impuestos aumentan, la situación se agrava mucho más”, completó Villanueva.
Coincidió con esa lectura Raúl Aruani, gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza (Aspeff). “El costo del flete desde Mendoza hacia Buenos Aires es una desventaja competitiva”, comentó el empresario.
Subió 46% el costo para los camioneros en 2019
De acuerdo a un relevamiento realizado por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeac), en 2019 los costos del transporte de cargas aumentaron 46,89%.
Para llegar a esa conclusión, el organismo midió la evolución de los costos de once ítems. El que mayor incremento presentó durante el año pasado fue el de los neumáticos, con una suba de 70,28%, seguido por “peajes” (63,36%) y “gastos generales” (63,31%).
El ítem que menos aumentó en esta oportunidad fue el de “seguros”, con una variación del 29% en 2019, aunque también estuvieron por debajo del promedio algunos factores más significativos, como el “material rodante” (precio de camiones 0 km), que aumentó 41% y el “personal”, que tuvo un ajuste salarial del 43%.
La Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol) realizó una medición similar, que dio como resultado un aumento de costos del 49,96% en el año. “La escalada en las tarifas (como el combustible, con 45,5%) y las tasas para financiamiento, sumadas a las devaluaciones, generaron una situación de alta complejidad para el negocio”, advirtieron.