El drama de las chicas sancarlinas abusadas por su padrastro.
Las víctimas, de 15, 18 y 21 años, denunciaron al hombre y a su cuñado por ataques sexuales reiterados durante 12 años. Fueron detenidos.
A medida que avanza la causa judicial en Mendoza de tres hermanas abusadas por su padrastro y otro hombre, sale a la luz una historia dramática y una trama de silencio y encubrimiento familiar. El sábado al mediodía quedaron detenidos los dos acusados y fueron trasladados a prisión.
Los abusos ocurrieron durante 12 años, el tiempo en el que convivió la madre de las tres chicas con Cristian L. (32), con quien tuvo dos varones. Cuando comenzó la relación de pareja: él tenía 18 años y la madre de las tres víctimas, 40. El padrastro se aprovechaba de que vivían juntos para abusar ellas en forma sistemática, en complicidad con su cuñado, según la denuncia.Newsletters ClarínBuena Vida
L., que trabaja de ordenanza de un colegio, y su cuñado Armando S. (33), quien es empleado municipal, están acusados de abuso agravado de las tres chicas. Según consta en la denuncia, las sometían a masturbaciones, felaciones y otros actos sexuales de manera forzada y bajo amenazas cruzadas.
“Si nos resistíamos, nos amenazaban con que iban a ser abusadas nuestras otras hermanas”, contaron las chicas en la denuncias.
Las hermanas ahora tienen 21, 18 y 15 años. Las dos mayores estudian carreras universitarias y la menor, aún en el colegio secundario, fue la última en abandonar la casa donde ocurrían los vejámenes y la que se animó a realizar la denuncia, con el apoyo de las otras mayores. La custodia de la menor está a cargo del padre biológico. La madre, que habría encubierto los abusos, continúa al cuidado de dos hijos menores de 10 años, que tuvo con el ahora detenido.Mirá también
La menor de las hermanas declarará esta semana en cámara Gesell, asistida por psicólogos. Las otras dos ya fueron sometidas a pericias psicológicas y con esos resultados, el fiscal Facundo Garnica resolvió la detención de los dos acusados.
La investigación comenzó el 11 de enero cuando las hermanas realizaron la primera denuncia en una comisaria de la localidad de La Consulta, en San Carlos, a 100 kilómetros de la capital mendocina, en la región vitivinícola del Valle de Uco.
Los abusos comenzaron alrededor de 2005 cuando uno de las víctimas tenía siete años de edad. Luego continuaron con sus otras dos hermanas. Cuando llegaban a la mayoría de edad fueron abandonando sus casas y, cuando el órgano administrativo de la Niñez (OAL), le otorgó la tenencia de la más chica a su padre biológico, decidieron denunciar a su padrastro y el cuñado.
Luego de la denuncia, las hermanas hicieron público su padecimiento en una carta: “Los hechos comenzaron en el año 2005 hacia una de nosotras cuando tenía 7 años de edad, y luego continuaron con las otras dos, también siendo menores. Desde ese mismo año, y hasta la actualidad, los abusadores buscaban los momentos para realizar estos actos que iban contra nuestra integridad física y sexual”.
Describieron que, entre los acontecimientos aberrantes, “ padecimos manoseos en distintas ocasiones, nos obligaron a masturbarlos y hasta nos exigieron realizarles sexo oral bajo la amenaza que si nos negábamos pasaría lo mismo con nuestras hermanas”.Mirá también
Y revelaron cuándo se animaron a denunciar a su padrastro: “Con el correr de los años, nos fuimos contando entre nosotras todo lo vivido con estos abusadores y supimos que no era una, sino que éramos todas víctimas de las mismas personas. Fueron tiempos de miedo, silencio y dolor. Años de juntar coraje y valor para denunciarlos. De darnos cuenta que no estábamos solas, que es el momento de pedir justicia”.
El fiscal Garnica explicó que fueron realizadas declaraciones testimoniales y pericias a las dos víctimas mayores, “pruebas necesarias” para contar con elementos para detener a estas personas y trasladarlos al penal de Boulogne Sur Mer, en la ciudad de Mendoza.
Por el momento, la madre de las tres jóvenes no está imputada en la causa, pero las declaraciones de testigos y sus propias hijas, deja al descubierto que sabía lo que ocurría en su ausencia.
La abogada Carime Mercado dijo que todas las imputaciones de abuso sexual fueron agravadas por el vínculo y por ser reiteradas en el tiempo, con penas en prisión que podrían alcanzar entre los 6 y 20 años. “Las chicas están unidas y esperanzadas en que los abusadores quedarán detenidos en prisión preventiva hasta que el caso llegue a juicio oral”, reveló la abogada de las víctimas.
Comentarios
comentarios
Leave a Comment