A pesar de que no hay fecha confirmada, y mientras otras provincias ya planifican el regreso, Mendoza comienza a anotar las prioridades.
El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, adelantó que el Ejecutivo ya está trabajando en un cronograma para la vuelta a clases presenciales en el país.
Además, destacó que el presidente Alberto Fernández brindaría mayores detalles sobre ello en la próxima conferencia, donde es prácticamente un hecho que prolongará el aislamiento social, preventivo y obligatorio en el contexto de pandemia de coronavirus. No obstante, el propio funcionario aclaró un detalle que es clave: la decisión definitiva quedará en manos de cada una de las provincias.
Más allá de que hay jurisdicciones que ya han presentado sus propuestas de retomar el cursado presencial -como Jujuy, que lo hizo con propuesta de protocolo incluida, o San Juan y Catamarca, sin protocolo-, en Mendoza aún no se habla de un plazo ni de fechas tentativas.
Sin embargo, hay algo que tienen bien en claro desde el gobierno escolar de la Provincia: quienes primero regresarán a las aulas son aquellos chicos en situación de vulnerabilidad o con trayectorias débiles. Serán aquellos a quienes no se está logrando dar contención ni llegar con la educación a distancia y virtual.
El director general de Escuelas es lo único que se atreve a confirmar por ahora:“No creemos que sean tiempos de estar hablando del regreso al aula. Sí entendemos que tenemos que estar planificando distintas posibilidades. Pero coincidimos en que hay que hablar más sobre cómo dar refuerzo a las trayectorias débiles, estamos más concentrados en cómo trabajar para que no nos queden chicos fuera del sistema”, destacó José Thomas, durante el recorrido por las obras de la escuela Blanco Encalada en Junín.
En ese sentido y como ampliación a lo destacado por Thomas, fuentes de esa cartera indicaron que es difícil hablar de fechas o de plazos estimativos en un escenario tan impredecible como el que presenta la pandemia.
Prioridades
Entre tanta incertidumbre, el “norte” de la DGE es que quienes primero regresen al cursado presencial sean aquellos que no han podido tener un desarrollo normal educativo desde que empezó la cuarentena.
Aquí entran aquellos alumnos que tienen una magra conectividad, ya sea por falta de dispositivos tecnológicos o porque viven en zonas en las que la cobertura de internet es ineficiente. En ellos, la educación a distancia no ha sido más que un anhelo o una verdadera odisea.
Más allá de las tantas posibilidades que se manejan en el abanico del retorno físico a clases, son pocas las precisiones aún. Una de las posibilidades que maneja la DGE es que, al menos en la primera etapa, se reduzcan los horarios de cursado presencial y que el desarrollo de las clases quede dividido en horas en los establecimientos y refuerzo desde lo digital.
Lo que sí es un hecho es que no todos los estudiantes regresarán a clases de un día para el otro y en simultáneo, con todas las aulas ocupadas a 100%. “Es imposible pensar en un regreso a clases de todos juntos, con todos los chicos formados y esperando el izamiento de la bandera; no se va a dar”, acotaron.
En este proceso hay otro actor crucial involucrado: el transporte público. Y es que muchos de los chicos dependen de estas unidades para ir y volver de las escuelas y al mismo tiempo es uno de los instrumentos donde más se ha centrado el foco de contacto. De hecho, en todas aquellas actividades que se han flexibilizado desde el inicio del aislamiento se ha recomendado no usar el transporte público para el traslado.
Foco en los últimos años
Otra de las tantas posibilidades que integran el abanico a nivel nacional -y que por ahora no son más que ideas dando vueltas- es la de priorizar para el regreso presencial a clases a aquellos chicos que cursan en séptimo grado (primaria) o quinto año (secundaria). Esto sería a raíz de que están completando sus ciclos. A nivel provincial, también está en carpeta esta propuesta -aunque la prioridad sigue siendo para los alumnos con trayectorias débiles-.
No obstante, aclaran que todo quedará también a criterio de lo que defina el comité de especialistas de la Provincia, y al mismo tiempo a lo que disponga un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de la Nación.
En cuanto a la compensación de contenidos curriculares que puedan quedar pendientes durante este ciclo y que sean reprogramados y redistribuidos para 2021, desde la DGE destacaron que esta es una práctica común. más allá de la pandemia.
Cerraron los trimestres sin notas
El viernes pasado, 29 de mayo, el calendario escolar tuvo su cierre de trimestre; cronológicamente hablando. Sin embargo, en lo referido a notas y calificaciones -y de acuerdo a lo dispuesto por la resolución 804- no hubo cierre alguno. Es que los docentes no computarán ni evaluarán los procesos abordados durante la cuarentena de forma numérica o cuantitativa. La decisión radica precisamente en la desigualdad de posibilidades de acceso a internet y a los contenidos, dentro de los propios estudiantes.
Desde la DGE destacaron que en el caso de aquellos chicos que han podido continuar con su trayectoria normal, se están cargando las evaluaciones. Y si bien no habrá un cierre de trimestre con nota, está vigente aquel registro para que -cuando ya esté próxima la reapertura de las escuelas y el retorno la normalidad- se tenga en cuenta y dé valor al esfuerzo y la trayectoria en estos meses.