“La querella dice que yo la quise matar para quedarme con sus bienes”, dice el imputado.
Leonardo Hisa, ex marido y presunto instigador del asesinato de su ex mujer, Norma Carleti, está declarando por el crimen de la empresaria del Valle de Uco en el juicio caratulado como femicidio.
Después de que declarara Juan Carlos Guerrero imputado como participe primario del asesinato de Norma Carleti, ahora es el turno de Hisa, quien está contando su relación con su ex pareja, al borde del llanto.
Los dos teníamos nuestro carácter. Hicimos acuerdo sobre como cobrar los alquileres. Cuando nos conocimos, veníamos de estar separados y no queríamos un fracaso matrimonial. Por eso tratamos de hace algunos acuerdos, Avanzábamos y retrocedíamos. En esas idas y vueltas sucedió un hecho: yo salí con una mujer y a ella le cayó muy mal. Eso hizo que se produjera una ruptura”, contó el imputado al tribunal popular que lo está juzgando.
“Lo que dice la querella es que yo la quise matar para quedarme con sus bienes. Pero yo no había vendido ni un alfiler”, sostuvo el acusado.
También dijo que los fiscales fueron dejando la causa porque no estaban de acuerdo con la investigación y que nunca se investigó el robo porque “nunca les interesó”.
Así asesinaron a Norma Carleti
Según la última acusación firmada por el fiscal Jorge Quiroga, de la fiscalía del Valle de Uco, el brutal crimen tuvo como móvil, como ya se dijo, “los graves conflictos personales y comerciales que existían durante los últimos años del matrimonio”.
Y si bien el crimen de Norma Carleti se produjo a las 23.46 del 4 de marzo de 2018, Leonardo Hisa habría comenzado a planear el asesinato de su ex el 23 de febrero, día en que Carleti le comunicó que “el tiempo de llegar a un arreglo sobre la división de bienes había finalizado”. “Mañana en la mañana yo me voy a Mendoza, firmo los papeles y de ahí me voy al aeropuerto… Así que mañana firmo todo”, le habría dicho la empresaria a su ex pareja.
Siempre según la hipótesis de la fiscalía, tras ese mensaje Hisa le pidió a Juan Carlos Guerrero que le consiguiera a alguien para matar a la empresaria a cambio de una suma de dinero.
Guerrero, entonces, le habría pedido a su hijo Kevin que buscara a una persona para terminar con la vida de Carleti cuando la mujer regresara de Buenos Aires. Además, Guerrero compró un Fiat 600 para utilizar en el crimen.
De acuerdo a la acusación fiscal, el 2 de marzo Carleti llamó a Hisa para decirle que firmaría “todos los documentos para que sus abogados inicien el día lunes siguiente las acciones legales”.
El 4 de marzo, a las 21, Guerrero llamó a Hisa, quien le dijo que debía “acelerar la muerte de su esposa, ya que si Norma Carleti firmaba el lunes 5 de marzo las acciones legales del divorcio, los bienes deberían distribuirse en la liquidación de la sociedad conyugal e Hisa perdería una serie de propiedades que pretendía mantener en su poder”.
Fue entonces que Guerrero, como no consiguió a un asesino, decidió planificar la muerte de Carleti: el 4 de marzo a las 23.45, Kevin Guerrero, estando con prisión domiciliaria, junto a su hermano Alexis y otra persona no identificada se subieron al Fiat 600 que había adquirido su padre.
Los tres llegaron hasta el cruce de las calles Almirante Brown y Dalmau, estacionaron y fueron caminando hasta la casa de Carleti, ubicada en calle República de Siria 348, de Tunuyán.
Luego treparon la medianera, rompieron la puerta de la cocina, entraron y encontraron a Norma, “propinándole uno de ellos una patada en el rostro, como así también le asestaron 55 puñaladas con dos cuchillos de cocina con cabo de madera, provocándole la muerte y, finalmente, los causantes se retiraron del lugar en el automóvil antes mencionado, sin llevarse consigo elemento de valor alguno”, se lee en el expediente.