El impacto del cierre de la planta mendocina de La Campagnola trascendió a los 125 despidos que generó la decisión de la patronal.
El cierre de La Campagnola ya empezó a multiplicar sus efectos entre los productores regionales.
Es que la decisión patronal complica a muchos productores agrícolas que destinaban gran parte de su producción a esta empresa.
Los 125 despidos en la planta ya trascendieron hacia la productividad de las economías regionales.
El impacto de la noticia fue tal que el gobierno salió rápidamente a reconocer que la decisión de Arcor los había tomado por sorpresa.
Pero, además, marcaron que con otras empresas como ALCO habían podido trabajar en la quiebra.
Despidos, traslado y enfrentamiento con Mendoza
Una vez confirmados los despidos y el traslado de la planta a la provincia de San Luis, comenzó el enfrentamiento con la Provincia.
El propio ministro de Economía Martín Kerchner disparó contra la compañía alimenticia.
«Se trata de una empresa monopólica que durante cinco años estuvo produciendo, no con productos mendocinos», dijo.
Hoy varios productores agrícolas enfrentan la incertidumbre de no saber a quién le venderán su producción el próximo año.
Ni tampoco cómo harán para subsistir sin tener que despedir a trabajadores.
Solo en el Valle de Uco están en riesgo unas 500 hectáreas de choclo que hasta hoy tenían como único destino a La Campagnola.
Más compleja parece ser la situación de productores de arvejas a los que Arcor ya les confirmó que el programa de compra se dio de baja.
Por otro la situación afecta a miles de personas entre las que hay transportistas, productores y empresas que comercializan productos y servicios en esa cadena productiva.
