Al iniciar su gestión, el gobernador envió el proyecto de reforma minera que finalmente duró una semana ante las protestas sociales. Buscó renovar su crédito con el congelamiento de salarios y tarifas y le quedó pendiente la aprobación del Presupuesto.
Rodolfo Suarez cumplió este viernes su primer mes al frente de la gobernación de Mendoza. Un periodo que, a diferencia de otras gestiones, no ha sido tranquilo y ha tenido varios pasajes de abierto conflicto. La derogación de la reforma minera es el hito que marcó el inicio de la gestión, con una protesta intensiva que ganó la calle. En la Legislatura, en tanto, su necesidad de que el Presupuesto 2020 se apruebe con endeudamiento ha chocado por ahora con las objeciones de la oposición.
Suarez no esperó y el primer día de su gestión confirmó una de sus promesas de campaña. Envió a la Legislatura el proyecto para reformar la 7.722. Se inició así un periodo de consultas con la oposición y el proyecto comenzó a ser abordado en comisiones con el aval de las dos principales fuerzas políticas.
El primer momento de tensión ocurrió cuando manifestantes ambientalistas y agrupaciones de izquierda impidieron la salida de legisladores y empleados. Pero incluso hasta ese momento, el conflicto estaba dentro de los cauces esperados por la política. La Legislatura aprobó en un superviernes la reforma minera que, finalmente, tendría una corta vida de siete días exactos.
A partir de ahí, la manifestación social fue creciendo desde el domingo con una caravana desde el Valle de Uco que terminó el lunes con los incidentes frente a Casa de Gobierno impulsados por encapuchados. Fueron cinco días de alta tensión social en las calles de Mendoza, con cuestionamientos internos en los partidos por parte de militantes en contra de la decisión de sus referentes y un rechazo a la que se sumaron la Iglesia y hasta las reinas de la Vendimia. Y el mismo mandatario padeció en carne propia los mensajes sobre sus hijos o sus familiares en su San Carlos natal.
La primera reacción política de Suarez fue anunciar que postergaría la reglamentación, pero esa decisión duró apenas unas horas. Al día siguiente, optó por recuperar la paz social, convocó a todos los intendentes -la única reunión que ha tenido con todos- y asumió la derogación de la nueva norma por la falta de licencia social.
En el Gobierno reconocieron que perdieron la batalla comunicacional, principalmente, por el “mensaje simplista” de los manifestantes antimineros.
El segundo hito de Suarez en este mes fue la decisión de congelar los salarios de los funcionarios por 180 días, así como también la de frenar dos aumentos sensibles: las tarifas del transporte y de la luz. En tanto, dejó pendiente de resolución el incremento en el valor del agua ante la difícil situación financiera de Aysam. Es uno de los dilemas que deberá resolver esta administración: el titular de la empresa de Aguas, solicitó un incremento del 164% en la tarifa.
Pero con el congelamiento, el mandatario radical entró a la vez en sintonía de esta manera con las medidas adoptadas por la Nación para no quedar en off side en medio de las quejas por el nuevo ajuste en términos de “solidaridad”. Obligó en esa jugada a sumar a los otros dos poderes del Estado, principalmente, al Judicial en medio de su receso de verano.
Por último, Suarez cerró su primer mes de gestión con la sanción de las leyes de Avalúo e Impositiva. Tendrá que esperar que la Legislatura se reactive en febrero para poder contar con el Presupuesto y con la incertidumbre de saber si se aprobará finalmente tal como él lo envió.
El nudo entre oficialismo y oposición está principalmente en el pedido de endeudamiento por 300 millones de dólares, algo que el PJ rechaza de plano y le exige en contrapartida que muestre con transparencia cuál es el estado financiero de la provincia.
Por su parte, el oficialismo busca convencer a los intendentes de la oposición con las obras del estratégico fondo del Programa de Infraestructura Municipal, que les permite realizar pequeñas obras bien visibles para los vecinos de cada departamento.
El argumento es que el 50% de ese financiamiento será destinado a nuevas obras, ya que con el presupuesto sin crédito externo sólo se terminará lo que ya está en ejecución. En este impasse, la oposición se ha comprometido a estudiar en profundidad la pauta de gastos.
Luego del paso atrás con el tema minero, Suarez redujo sus apariciones públicas. Una de las últimas fue una visita al hospital Notti donde entregó regalos a los niños que se encuentran internados en compañía de los reyes magos. Luego, ha evitado las declaraciones en conferencia de prensa y ha dejado la palabra a sus ministros o sus actividades se han comunicado en algunos casos posteriormente.
Tras este primer mes, Rodolfo Suarez tiene la necesidad de volver a recuperar el crédito político que malogró en en el arranque de la gestión.