El fiscal Adrián Frick quiere saber los últimos movimientos telefónicos de la empresaria asesinada y los tres sospechosos.
En los teléfonos celulares de la víctima y de los tres jóvenes detenidos sospechados del crimen se ha centrado, por ahora, la pesquisa por el homicidio de Norma Carleti (59), que mantiene conmocionado al departamento de Tunuyán.
De todos modos, el hermetismo que se cierne sobre el caso es fuerte. “Se trata de un caso por demás complicado y cerrado. Tunuyán es un lugar chico y eso hace que las versiones se multipliquen. La víctima era una persona conocida, con contactos sociales, económicos y hasta políticos, por lo que no se puede ir muy rápido y dar crédito a todo lo que se escucha”, dijo a este diario una fuente cercana.
Entretanto, en la tarde de ayer habrían declarado los tres detenidos que hay en la causa, pero el hermetismo es tal que ese dato no se pudo corroborar de modo oficial.
Al primer sospechoso, que detuvieron la mañana del lunes y que tenía una tobillera electrónica porque estaba en libertad condicional por un caso de robo agravado, se le sumaron en horas de la noche dos jóvenes más.
Los nuevos detenidos tendrían vinculación con el primero, de 22 años. Según el fiscal del caso, Adrián Frick, al menos han sido tres los sujetos que entraron a la casa de Carleti, escalando una pared y violentando una puerta trasera. La mataron en la zona del living y de más de 50 puñaladas, con distintos elementos cortantes.
El primer joven detenido vive cerca de la casa de Carleti, pero lo que llevó a los investigadores hasta él fue que cuando se cometió el asesinato se activó la alarma de la tobillera magnética, indicando que estaba violando la domiciliaria.
En declaraciones a los medios, el fiscal Frick dio a entender que pudiera ser que la víctima conociera a alguno de los sospechosos. Esto coincide con algunos comentarios que circulan en Tunuyán y que dan cuenta que uno de ellos había realizado tareas de construcción en las propiedades que Carleti rentaba o vendía.
Hasta el momento, hay varias hipótesis. Como se encontró dinero en una mesa y los asesinos no se llevaron -al parecer- bienes de valor, la principal causa sería que el crimen fue a pedido. Además, un escrito con las iniciales de la víctima en la pared exterior de su casa, se analizan para ver si el domicilio estaba “marcado”.
Sin embargo, desde Fiscalía no quieren descartar ninguna línea de investigación. Sostienen que el móvil pudo ser un robo, abortado por la resistencia puesta por la mujer y la llegada de la Policía.
Los vecinos
También, a su turno, han declarado ya los vecinos de la mujer en la calle República de Siria, a metros de la municipalidad de Tunuyán. Ellos fueron quienes escucharon los gritos de desesperación pidiendo auxilio de Carleti y llamaron a la Policía, así como los primeros en llegar a la escena del crimen, minutos después.
Ellos ya habían manifestado a Los Andes que un Fiat 600 blanco salió “a toda velocidad y en contramano” por un pequeño callejón apenas llegó la mujer policía, en el que escaparon los victimarios. Pero también, hablan de que había un Volkswagen Gol blanco y un joven “que nadie había visto antes” que huyó en él.
Hasta el momento, sólo se había mencionado en la causa al Fiat 600 blanco, que luego apareció quemado en un callejón de Las Pintadas, a unos 7 kilómetros de donde ocurrió el hecho.
Durante el lunes y martes, la Fiscalía realizó una serie de allanamientos en distintas viviendas del departamento. Una de ellas, cerca del lugar donde fue encontrado incendiado el Fiat 600. Allí se secuestraron elementos, como calzado y ropa de los detenidos, que deberá ser sometido a análisis para determinar si estuvieron en el sitio del homicidio.
Más intrigas
Otra de las intrigas sin resolver es si había cámaras de seguridad en la zona, que sirvan como fuentes de información.
El fiscal Frikc dijo que contaba con algunas imágenes, que se habían enviado a analizar por los peritos digitales. Lo que no se sabe es si las mismas fueron tomadas por cámaras que estaban en el domicilio de la mujer.
Hay quienes sostienen que Carleti no poseía esta tecnología y otros que dijeron que los asesinos las rompieron antes de ingresar.