La última vez que Argentina cerró un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional fue en 2003, durante la administración de Eduardo Duhalde.
Argentina volverá a acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que respalde con un “financiamiento preventivo” el plan de gobierno de Cambiemos, a una tasa y un plazo que aún no se conocen, según anunció ayer la gestión de Mauricio Macri, pero la noticia no convenció al mercado y la tensión continúa.
El monto final comenzará a definirse hoy. Trascendidos que no fueron desmentidos por el Gobierno ante la consulta de este diario, hablaban de entre 10.000 y 30.000 millones de dólares. En diario Clarín se indicaba incluso que la última cifra podría ser el piso de la solicitud. No obstante, cualquier acuerdo deberá contar con aval del Congreso.
Cuando el dólar se disparaba a 23,40 pesos y el mercado exigía una tasa para las Lebac ya del 42%, el propio Presidente salió a poner la cara: anunció el regreso al Fondo y pidió calma ante la devaluación del peso.
Esta fue la salida que Macri y su equipo económico le encontraron a una dura encrucijada, después de que ni la venta de 8.580,1 millones de dólares de reservas ni la tasa de más alta del mundo hayan podido calmar al mercado.
“Mi convicción es que estamos recorriendo el único camino posible para salir del estancamiento, buscando siempre evitar una gran crisis económica”, dijo Macri en un mensaje grabado de tres minutos y emitido por televisión.
A 30 meses de iniciar su mandato, el jefe de Estado responsabilizó por la situación al “desastre en las cuentas públicas” que dejó el kirchnerismo y aclaró que la política económica “depende del financiamiento externo”.
Macri emitió deuda por 85.000 millones de dólares en sus primeros 26 meses de gestión para financiar el déficit, pero -dijo el propio Presidente- el contexto mundial ha cambiado: subieron las tasas de interés y el petróleo, y devaluaron los competidores.
Llamado a Lagarde
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, llamó a primera hora del martes a ladirectora gerente del FMI, Christine Lagarde. Le consultó por un auxilio financiero y tras tener el “ok”, la comunicó con el Presiente.
“Hablé con Lagarde y nos confirmó que vamos a arrancar a trabajar en un acuerdo”, reveló Macri y prometió: “Esto nos va a permitir fortalecer este programa de crecimiento y desarrollo”.
El Fondo publicó un comunicado en el que Lagarde sostiene que la Argentina “es un valioso miembro” del FMI y anunció que las negociaciones se iniciarán “en breve”, sin mencionar los eventuales valores del aporte financiero.
La urgencia es total. Dujovne viajó anoche a Washington con el viceministro de Economía, Sebastián Galliani, el jefe de asesores, Guido Sandleris, y el jefe de Gabinete Ariel Sigal, para comenzar las negociaciones hoy.
Viajaron con fe, pero el trámite no será exprés. Se iniciará una negociación con el staff del FMI integrado por los países con mayor peso y en caso de preacuerdo, Lagarde lo elevará al Directorio para su aprobación o rechazo. Al ser consultado en conferencia de prensa sobre los eventuales condicionamientos que impondrá el Fondo para prestar el dinero, Dujovne dijo que aún “no se ha hablado de detalles”. Pero aclaró que hay un Fondo muy distinto al de hace 20 años.
“El Fondo ha aprendido de las lecciones del pasado, así como todos lo hemos hecho”, aseguró el funcionario e indicó que el Gobierno espera el apoyo del FMI .
Lo cierto es que todos los países que van al Fondo deben rendir exámenes. Para una Línea de Créditos Flexible, por ejemplo, se exigen variables económicas “estables” y una garantía institucional de que el plan económico no cambiará.
También existen los acuerdos “Stand-By” (que son los más tradicionales) y las Líneas de Precaución y Liquidez que exigen requisitos mayores. A estas acudiría Argentina y sumará reservas que en definitiva no podrán usarse.
Si va por ahí, Macri deberá comprometerse a reducir más el déficit (con metas más ambiciosas que la del 2,7% actual) y una cuenta de capital en la que predominen los flujos privados, para lo que será clave la Ley de Mercado de Capitales que el oficialismo no logra aprobar en el Congreso.
El Gobierno espera acceder a un financiamiento más barato que el que ofrece el mercado financiero puro y duro. En Hacienda admiten que la tasa podría rondar el 4%.
El mercado, insaciable
El dólar inició la jornada de ayer en 22,33 pesos. Pocos minutos después, la demanda elevada lo llevó a 23,50 pesos (y hasta 23,70 en algunos bancos privados). Y cuando Macri empezó a hablar, se desinfló hasta los 22,40.
El riesgo país -que mide la banca estadounidense JP Morgan- había escalado a 485 puntos básicos, cinco puntos por encima del que dejó Cristina Kirchner en 2015. Ese indicador cerró finalmente en 471 puntos, un 34,19% más que el 29 de diciembre.
Con el mensaje de Macri parecía que la calma volvía a reinar. Pero el mercado no aflojó: el dólar subió 2,6%, hasta los 22,903. Por ello, el Banco Central volvió a jugar fuerte. Por primera vez en la era Macri, salió a vender 200 millones de dólares a futuro, ubicándolo en 22,85 pesos para fines de mayo, con una tasa implícita de 32%.
En paralelo, la autoridad monetaria decidió mantener su tasa de referencia en 40%. En un comunicado el BCRA dijo que “en la medida en que la inestabilidad de los mercados se modere, el Banco Central normalizará su esquema operacional”.
En América Latina
Peso mexicano
4,2%
De depreciación en lo que va de mayo, comparada con el cierre del mes de abril.
Real brasileño
2,7%
Entre el 18 y el 24 de abril subió a 3,4767 reales por dólar. Hoy llegó a tocar su punto más alto al alcanzar 3,5725 reales.
Presos chilenos
0.9%
En Chile, el dólar cerró hoy con una suba de 5,7 pesos respecto al día anterior y se ubicó en 635,30 pesos
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