La investigación del crimen tenía hasta hace días a seis personas tras las rejas, pero ahora sólo quedan tres en prisión.
La investigación por el crimen de la empresaria Norma Carleti (61), en Tunuyán, sigue aportando novedades judiciales e idas y vueltas permanentes. En una causa que supo tener seis detenidos hasta hace una semana, ahora sólo quedan tres y el panorama puede cambiar.
La trama que habían logrado armar los investigadores para esclarecer el conmocionante asesinato ocurrido el pasado 5 de marzo de a poco ha perdido algunas piezas y certezas. Ayer quedaron en libertad Juan Carlos Guerrero y su pareja, Susana Hurtado. Días antes, Ever Guerrero también fue liberado. El caso hasta la semana pasada tenía a todos los acusados tras las rejas.
Un control jurisdiccional pedido por el abogado Pablo Cazabán motivó estas modificaciones. El letrado exigió que se revisaran las condiciones de detención de Hurtado, y en esa audiencia objetó los elementos de pruebas expuestos para acusar a la mujer y a Juan Carlos Guerrero. La jueza del Valle de Uco Teresa Di Bari escuchó a las partes y pasó a un cuarto intermedio, aunque decidió darle provisoriamente prisión domiciliaria a la mujer.
Ayer se retomó la audiencia, en la cual la magistrada dictó la liberación de Hurtado y Guerrero al considerar que no hay elementos probatorios suficientes para sostener las imputaciones contra ellos. El hombre fue acusado de ser coautor y partícipe primario en el crimen, mientras su pareja es sospechosa de una participación secundaria.
El lunes pasado quien había logrado salir de la cárcel fue uno de los hermanos Guerrero. Se trata de Ever, quien regresó a las calles por un fallo de la jueza Gabriela Urciuolo.
Norma Carleti, de 61 años, fue asesinada a puñaladas en su casa de Tunuyán
De esta manera, sólo quedan en prisión los otros hermanos Guerrero, Kevin y Alexis, y el ex marido de la víctima, Leonardo Hisa, sindicado como el instigador del homicidio.
La liberación de Juan Carlos puede cambiar el rumbo de la causa. Es que este hombre fue el presunto nexo entre Hisa y Kevin para el encargo del crimen. Hace tres semanas a la carátula de la causa se le había agregado el agravante de ser un crimen por precio o remuneración, a partir de un audio en el que se lo escuchaba a Kevin dar detalles de cómo se había planeado la muerte de Norma.
Norma Carleti, de 61 años, fue asesinada de 55 puñaladas en su casa de Tunuyán
También en esos cambios se incorporó la figura de femicidio, ya que los pesquisas interpretaron que entre Hisa y Carleti hubo un contexto de violencia de género. Testimonios que dan cuenta de la mala relación con su mujer, de un divorcio complicado y de una aparente denuncia que la víctima iba a realizar en contra de él por fraude en las empresas que manejaban en sociedad son los elementos que los investigadores tomaron para establecer esa figura. Desde el comienzo el caso tuvo el agravante del ensañamiento, ya que a la mujer le asestaron 52 puñaladas para matarla.
Los tres hombres que quedan en el penal de San Felipe son los más complicados para la Justicia, que incluso en ninguna instancia hizo lugar a sus planteos y apelaciones.
Al ex de Norma hasta le negaron la prisión domiciliaria en reiteradas oportunidades, a pesar de que estaría con problemas de salud.
En cuanto a Kevin Guerrero, sobre él pesa la prueba más condenatoria. Su ADN fue hallado debajo de las uñas de Carleti, peritaje que lo ubica en la escena. Su defensa buscará un homicidio en ocasión de robo en un futuro juicio.
Respecto a Alexis, hay una declaración que asegura que este muchacho manejaba el Fiat 600 en el que escaparon los autores del asesinato.