Durante largas horas personal de la Policía Federal participó de los procedimientos que se realizaron en las propiedades de la ex presidenta y no estuvieron exentos de polémicas.
Tras la autorización del Senado, el juez federal Claudio Bonadio avanzó el jueves con los allanamientos en las propiedades de la ex presidenta Cristina Kirchner en la Ciudad de Buenos Aires y en Río Gallegos en el marco de la causa por los cuadernos de las supuestas coimas de empresarios durante su gestión, aunque la defensa de la senadora denunció irregularidades en los operativos y pedirá su nulidad.
Efectivos de la Policía Federal ingresaron pasadas las 12:05 al edificio del barrio porteño de Recoleta donde reside la senadora, frente al cual se congregaron decenas de simpatizantes para darle su apoyo en medio de un fuerte operativo de seguridad.
La ex presidenta no estaba allí: había pasado la noche en el domicilio donde vive su hija Florencia en el barrio de Constitución y por la tarde se dirigió al Instituto Patria, donde recibió dirigentes cercanos y siguió las novedades de los operativos.
Quien abrió la puerta fue el abogado de la ex mandataria, Carlos Beraldi, que sin embargo debió retirarse a los pocos minutos por orden de Bonadio: “El juez dio la instrucción directa para sacarme del domicilio y hacer lo que les parezca. Están ellos solos para hacer cualquier tipo de ilegalidad”, denunció el abogado, que este viernes pedirá la nulidad de los procedimientos y solicitará al Consejo de la Magistratura el juicio político del magistrado por mal desempeño en sus funciones.
“Fuerza Cristina”, escribieron sus seguidores en una enorme bandera argentina que primero fue extendida sobre la calle en la esquina de Juncal y Uruguay, que estuvo cortada al tránsito, y luego se colgó de la fachada del edificio.
Dos horas después, cerca de las 14:00, arrancó el allanamiento en la casa de dos plantas en la capital de Santa Cruz, el que se extendió durante tres horas y media, mientras que para este viernes esta previsto el tercer procedimiento judicial en la propiedad de los Kirchner en El Calafate.
El operativo en el la calle Mascarello 441 del Barrió Jardín incluyó una decena de efectivos de la Policía Federal con asiento en Río Gallegos, que ingresaron con perros detectores de drogas y de divisas: allí tampoco había integrante de la familia Kirchner y los encargados de abrir la puerta fueron el diputado provincial Matías Bezi, cercano a Máximo Kirchner, y el abogado local Daniel Cabezas.