La decisión de los jefes comunales de recurrir a la Corte nacional llevó a Cornejo a frenar la escalada judicial.
El recurso extraordinario que pidieron los cuatro intendentes del PJ por la mañana para seguir peleando en la Corte Suprema de la Nación una cuestión procesal menor, convenció al gobernador Alfredo Cornejo de ceder. A última hora de ayer y en vivo para los noticieros televisivos, tiró una cuerda a la Suprema Corte provincial para que no admita el recurso presentado y resuelva la constitucionalidad de la limitación de las reelecciones de los intendentes en la provincia y rápido.
La cuerda también es para los intendentes del PJ: “No seré obstáculo para que los cuatro intendentes participen de ese proceso electoral y traten de reelegirse en sus cargos una vez más, que una vez más intenten si es que la voluntad ciudadana así lo determina… Y quiero solicitarle a la Corte de la provincia la pronta resolución del conflicto de fondo”, dijo con gesto adusto.
Ahora habrá que ver qué deciden los cuatro intendentes que pelean una reelección más: Emir Félix (San Rafael), Jorge Giménez (San Martín), Martín Aveiro (Tunuyán) y Roberto Righi (Lavalle). Si van a insistir en ir a la Corte nacional y seguir dilatando la cuestión judicial o si admiten la constitucionalidad, a cambio de un mandato más.
No fue una resignación elegante y humilde. Al estilo de Cornejo, fustigó a los cuatro caciques comunales del peronismo. Calificó de “sabotaje procesal” el pedido de un recurso extraordinario para ir a la Corte nacional, “dilatando más aún los plazos y buscando poder presentarse a las elecciones que ellos mismos han adelantado al 28 de abril”.
Dijo que la amplia mayoría de los mendocinos está en contra de las reelecciones, así como también dirigentes sociales, gremiales y políticos, pero “muchos de ellos, en forma hipócrita, dicen que están en contra de las reelecciones indefinidas, pero luego hacen acciones para impedir que se prohíba constitucionalmente la reelección indefinida”.
El conflicto nació en noviembre del año pasado, cuando Cornejo promulgó una enmienda constitucional que fue votada en un referendum de 2009; era la reforma del artículo 198 de la Constitución provincial para limitar las reelecciones de los intendentes.
Hubo pedidos a los gobernadores Celso Jaque y Francisco Pérez para que promulgaran la enmienda, pero nunca lo hicieron porque, si bien había sido apoyada por una amplia mayoría de mendocinos en el referéndum, no había alcanzado la mitad más uno de los empadronados.
En setiembre pasado, la Cámara de Diputados aprobó (votada afirmativamente incluso por el PJ) una resolución presentada por el diputado de Protectora Mario Vadillo, en la que se le pedía al Gobernador que promulgara la enmienda. En noviembre Cornejo lo hizo, coartando la posibilidad de presentarse a varios intendentes, tanto de Cambia Mendoza (Mario Abed de Junín y Jorge Difonso de San Carlos), como del peronismo. Entonces los caciques fueron a la Corte.
Ayer, el Tribunal había convocado a una audiencia de conciliación (ver aarte). Y en la reunión todos se anoticiaron que los cuatro intendentes habían presentado un recurso extraordinario a la otra Corte nacional. ¿Para qué? Para impedir que sean todos los miembros de la Corte (el plenario) los que decidan la constitucionalidad o no.
El pedido es parte de la rosca política. La Corte habitualmente divide el trabajo en dos salas según la fecha de ingreso por mesa de entradas: en la primera quincena le toca a la sala 1, en la segunda quincena a la sala 2. Los intendentes entienden que la sala 2 tiene afinidad política con el peronismo, mientras que si definen los siete jueces de la Corte en pleno, como lo haría en esta oportunidad, esa afinidad se pierde.
En Casa de Gobierno entienden que los reclamos de los intendentes del peronismo en la Corte nacional demorarían años, por eso quieren cerrar acá, abriendo la posibilidad de un acuerdo. “Estamos abiertos a nuevas reuniones de conciliación”, dijo al cierre Cornejo.